El Atlético de Madrid jugará por primera vez en su historia en el Alfredo di Stéfano, actual feudo del Real Madrid por las obras de remodelación del Santiago Bernabéu. Pero el primer equipo colchonero ya sabe lo que es jugar, y ganar, en la ciudad deportiva del club blanco.
Fue el 11 de febrero de 1987, en la vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey. El rival, el Real Madrid C, entonces conocido como Real Madrid de Aficionados, en cuya plantilla militaba un tal José Luis Pérez Caminero.
Luis Aragonés acababa de hacerse cargo del equipo, después de que Vicente Miera comenzara la temporada y de que también dejase el cargo después Martínez Jayo, que dirigió al conjunto rojiblanco en la ida, donde el Atlético se impuso por 1-0 con gol de Julio Salinas. Dos semanas más tarde, la vuelta en la antigua ciudad deportiva del Real Madrid.
Las gradas abarrotadas, el césped con mucho barro y el tercer equipo madridista que se adelantó en el marcador por medio de Vallejo, tras un buen servicio de Caminero. Susto tremendo entre los colchoneros, que reaccionaron rápidamente, pues cuatro minutos después, el uruguayo Da Silva ponía el empate. Julio Salinas y Marina, que había fallado un penalti cometido sobre Paco Llorente, padre del hoy jugador colchonero Marcos, cerraron la cuenta, después de que el colegiado anulase un gol legal a los colchoneros.
Ahora, el Atlético volverá a jugar en la ciudad deportiva blanca. Ante el primer equipo, y en un nuevo emplazamiento (pasaron del final de la Castellana a Valdebebas). Pero con la esperanza de lograr el mismo resultado que entonces. Una victoria que supondría dejar al eterno rival a nueve puntos… y con un partido menos.
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