El 21 de enero de 2019, el futbolista argentino Emiliano Sala, tomó un vuelo en Francia dirección a Inglaterra en una avioneta privada después de oficializarse su fichaje por el Cardiff City tras el acuerdo con el Nantes francés.
La aeronave tripulada por el piloto David Ibbotson nunca llegó a su destino. Se precipitó mientras sobrevolaba el Canal de la Mancha y con ello llevándose por delante la vida de los dos únicos tripulantes de 60 y 28 años. Un suceso que dio la vuelta al mundo y que dejó helado al mundo del fútbol.
El argentino, que viajó de Cardiff a Nantes para despedirse de sus compañeros tras confirmarse su fichaje, emprendió la noche del 21 de enero de 2019 a las 19.15 horas el viaje de vuelta a las islas británicas en una Piper Pa-46 Malibú para afrontar un nuevo reto en su carrera como futbolista.
Pese a que la alarma de la desaparición de la nave fue inmediata y las autoridades francesas e inglesas mantenían la esperanza de que hubiera amerizado o aterrizado en algún lugar, la realidad cayó como un jarro de agua fría cuando un día después se encontraron los primeros restos de la avioneta en una playa de normanda.
Tras un despliegue de varios vehículos marítimos durante varios días para el rastreo exacto del accidente, el 3 de febrero, un equipo de rescate privado finalmente localizó la aeronave en el fondo de las frías aguas del brazo del océano atlántico y el 7 se recuperó el cuerpo sin vida del joven ariete de Cululú, Argentina. El del piloto David Ibbotson, no apareció nunca.
El trágico siniestro golpeó severamente a la familia de Sala, y es que el padre del fallecido, Horacio, falleció el 26 de abril del mismo año tras sufrir un infarto en su domicilio. “Nunca pudo superar la muerte de Emiliano”, apuntó el medio que anunció la muerte del padre.
Las primeras investigaciones sobre el accidente aéreo apuntaron a que la meteorología pudo ser la causante del suceso, dado que las condiciones eran desfavorables con poca visibilidad, viento y lluvia. No obstante, tras recuperar el cuerpo de Sala, se reveló en la autopsia que se hallaron grandes cantidades de monóxido de carbono en la sangre del futbolista que pudo haber causado una convulsión, pérdida del conocimiento o incluso un ataque al corazón.
El estremecedor mensaje de Sala en pleno vuelo
Varias semanas después del accidente se reveló un mensaje de audio que envió el delantero argentino mientras sobrevolaba el canal de la Mancha:
“Hola hermanitos, ¿cómo andan loquitos locos? Hermano, estoy muerto. Estuve acá en Nantes, eeehhh… haciendo cosas y cosas y cosas y cosas y cosas y cosas y no termina más no termina más no termina más no termina más… Así que nada, muchachos. Estoy acá arriba del avión, que, parece que se está por caer a pedazos. Y me estoy yendo para Cardiff loco que, mañana sí, ya arrancamos. A la tarde arrancamos a entrenar muchachos, en el nuevo equipo, a ver qué pasa… Así que ¿cómo andan ustedes hermanitos todo bien? Si en una hora y media no tienen novedades mías… no sé si van a mandar a alguien a buscarme porque no me van a encontrar, pero, ya lo saben. Papá, qué miedo que tengo”.
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