El dilema de Cs, PP y Vox ante una posible investidura de Salvador Illa


Salvador Illa tiene dos caras para los partidos a la derecha del PSC que, como los socialistas, defienden un proyecto de permanencia de Cataluña en España. Para Ciudadanos, PP y Vox, el candidato socialista es, por un lado, el responsable de una gestión sanitaria de la pandemia como ministro de Sanidad saliente que califican de pésima. Pero, por otro, es también el único político constitucionalista que podría ganar las elecciones a ERC y Junts, según las encuestas, y liderar una suma alternativa para desalojarlos del Govern de la Generalitat. Ante la disyuntiva que se presenta, Ciudadanos es el único que no descarta tajantemente investir a Illa.

La liebre la lanzó el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith. El número dos del partido de extrema derecha aseguró en una entrevista en el digital Ok Diario el día 22 que, si su partido pudiera evitar que los independentistas “y los golpistas” gobernaran en Cataluña tras las elecciones del 14 de febrero, haría “todo lo que estuviera en su mano” para evitarlo. Al preguntarle si facilitarían, entonces, un Gobierno en la Generalitat presidido por Salvador Illa, el secretario general de Vox respondió: “Si usted me pone en la tesitura de elegir entre un Gobierno presidido por el PSOE o un Gobierno de golpistas o separatistas, si tenemos que elegir entre lo malo y lo peor, elegiríamos lo malo”.

Sin embargo, tras el revuelo que causaron sus palabras, Ortega Smith y la dirección del partido rectificaron. “Vox nunca facilitará su acceso [el del candidato socialista] al Gobierno de la Generalidad. PSC y ERC son socios en el Frente Popular”, se desdijo después el propio secretario general de Vox. Para los ultras, el destino de Illa es otro: “Su sitio es la cárcel”.

La rectificación de Vox, que sus competidores creen que se debe a un error involuntario de Ortega Smith, revela el dilema al que se enfrentan los partidos contrarios a la independencia en Cataluña: ¿qué debe tener más peso, evitar otro Govern separatista o el rechazo a la gestión sanitaria del candidato del PSC? El PP lo resuelve como Vox, oponiéndose a investir a Illa. “No será presidente de la Generalitat con nuestro voto. Un constitucionalista de consenso sí. Y ese jamás será Illa”, ha defendido el candidato de los populares, Alejandro Fernández. El PP sostiene que si hay mayoría alternativa “hay que dialogar y llegar a acuerdos: también para elegir a algún presidente constitucionalista mejor que el peor ministro de Sanidad de Europa”, apunta su candidato. “Todos tendremos que ser generosos”.

La posibilidad de que Illa diera un paso atrás es hoy ciencia ficción, pero la negativa de PP y Vox sí anticipa un posible bloqueo en caso de que las urnas arrojaran una suma alternativa a la de los independentistas. En las cúpulas de los partidos constitucionalistas no descartan el escenario de una repetición electoral. El caso recuerda a la encrucijada de Ciudadanos en 2019, cuando tuvo que decidir si investir a Ada Colau como alcaldesa de Barcelona para que no gobernara el candidato de ERC, Ernest Maragall, que había ganado las elecciones. La decisión de Cs, entonces liderado por Albert Rivera, fue romper con Manuel Valls, su candidato, por darle los votos a la cabeza de lista de los comunes.

La paradoja es que ahora, bajo el liderazgo de Inés Arrimadas, Ciudadanos ha recuperado el pragmatismo y, a diferencia de PP y Vox, no descarta tajantemente investir a Illa si fuera necesario para desalojar a ERC y Junts. La oferta de Arrimadas al PSC es un Gobierno de coalición liderado por Ciudadanos, pero cuando se le interpela por el caso de que Illa quedara por delante, la líder de Cs no cierra la puerta a apoyarlo. “Si hay una suma constitucionalista, nosotros vamos a estar a la altura, sin ninguna duda”, dijo el lunes en Onda Cero. Ahora bien, en Cs advierten de que la clave no es quien gana, sino quién es capaz de armar una mayoría. “El PP ha vetado a Illa, pero no a Carrizosa. Si hay que entenderse con PP y Vox, la cuestión es quién lo tiene más fácil”, apuntan fuentes próximas a Arrimadas.


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