Para Sebastian Vettel se abre “un periodo de reflexión” sobre su futuro que pasa por seguir en activo en la Fórmula Uno y buscar otro volante de calidad o bien tomar el camino de la retirada de un Circo en el que nunca se ha sentido especialmente cómodo, sí dentro de un box y del cockpit, pero no fuera de él como hombre privado y familiar que es.
En el comunicado conjunto con Ferrari de este martes Sebastian Vettel ha descartado que el tema económico haya tenido nada que ver en el cese de la convivencia al final de este 2020. “Las cuestiones financieras no han jugado ningún papel en esta decisión conjunta. No es así como pienso cuando se trata de tomar ciertas decisiones y nunca lo será”, ha advertido Sebastian.
“Lo que ha pasado en los últimos meses nos ha hecho reflexionar a muchos sobre nuestras prioridades en la vida. Me tomaré un tiempo para reflexionar sobre lo que me importa de cara al futuro”, ha dejado caer sobre su futuro.
Con 32 años ya tiene cuatro títulos mundiales en la mochila conquistados consecutivamente entre 2010 y 2013 que es más de lo que muchos de sus rivales pueden soñar. Después de haber crecido y ganado con Red Bull y de seis temporadas en Ferrari se despedirá de su ingrato sueño de emular a su Dios particular Michael Schumacher. Y cuando se ha tocado la gloria de esta manera el paso siguiente solo podría ser una oferta de sus compatriotas de Mercedes cuyos pilotos acaban contrato este 2020 y seguir así emulando al ‘Kaiser’. Pero en tiempos de recortes presupuestarios es complicado que Toto Wolf pueda apostar por una dupla Lewis Hamilton-Sebastian Vettel con unas fichas mareantes aunque los nombres sean santo y seña de la F1.
Otra opción sería regresar a ‘casa’, a Red Bull, donde se mantiene hoy en día aún buena parte del staff de Milton Keynes que ya conoce, su relación con el gran jefe Dietrich Mateschitz sigue siendo muy estrecha y donde Alex Albon también cumple contrato este 2020.
No cayó en saco roto ese detalle de Seb en el Red Bull Ring en 2018 cuando como ferrarista subió al podio con una lata de la bebida energética cuando ni tan siquiera tiene contrato con la marca austríaca, significa que les sigue llevando en el corazón y esos detalles siempre suman.
El problema para él es si le apetecerá cambiar a Charles Leclerc por Max Verstappen que ya se sabe también como se las gasta. Pero el monoplaza y la mentalidad del equipo son de su gusto.
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