Athletic y Real Sociedad deberán poner todos los elementos en la balanza y decidir qué es lo que más les compensa de cara a la final de la Copa del Rey. ¿Jugarla a puerta cerrada y pelear por una plaza europea o esperar a que sea con público y que el premio continental sea casi con total seguridad para el séptimo de la Liga? La economía jugará un papel importante, sobre todo en una época en la que las arcas de todos los clubes van a estar maltrechas. Hay pérdidas garantizadas y otras cantidades que se encuentran en el aire.
Disputar Europa podría resultar una válvula de oxígeno en materia económica para Ibaigane. Solo hay que echar la vista atrás y comprobar las ganancias del Athletic en sus tres últimas participaciones en el segundo torneo continental. En el curso 2017-18, en el que los leones alcanzaron los octavos de final y fueron eliminados por el Olympique de Marsella, se llevaron 11.340.088 euros. Se dividieron en 2,6 millones fijos por llegar a la fase de grupos, otros 2 ‘kilos’ por los puntos obtenidos, 500.000 euros por el cruce de dieciseisavos y 750.000 por los octavos. Y sumó 5,4 millones en concepto de ‘market pool’.
El Athletic fue apeado una ronda antes, por el APOEL Nicosia, en el ejercicio 2016-17. El montante que fue a parar a Bilbao se elevó hasta los 9.520.148 euros, con un criterio de reparto similar al explicado anteriormente. El club rojiblanco fue el duodécimo en un ranking de ganancias de la Europa League que encabezó el Manchester United, que se proclamó campeón y se anotó 44,5 millones.
El mayor premio cosechado en sus tres últimos concursos europeos fue en la campaña 2015-16, cuando el Athletic de Valverde fue eliminado en cuartos por el Sevilla en una infausta tanda de penaltis. Ibaigane recaudó 14.262.761 euros para sus arcas, de nuevo con un método de distribución del dinero casi idéntico.
Tres años en el que los leones superaron la fase de grupos y que de media ingresaron 11,7 millones de euros. Una estimación que puede servir de muestra para hacerse una idea de lo que el Athletic dejaría de ganar si no va a Europa el próximo curso. Un elemento que seguramente esté en la balanza de Elizegi y su equipo de trabajo.
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