Javi Calleja tiene por delante un doble reto tan apasionante como complicado. Por un lado, conseguir el ascenso de categoría. Por otro lado, devolver la estabilidad perdida al banquillo del Levante. Hace un año, con la figura de Paco López el conjunto ‘granota’ parecía tener uno de los proyectos más firmes de España, pero los malos resultados y una decisión precipitada lo cambiaron todo. Desde entonces nadie ha conseguido asentarse en el banquillo levantinista.
El último entrenador en caer ha sido Mehdi Nafti, hace siete días por su mala racha. Una dinámica que se ha enderezado con la interinidad del director deportivo Felipe Miñambres, que ha conseguido dos victorias en dos partidos. La obligación de Calleja es ascender a la Liga Santander, en lo que sería su primer ascenso como técnico. Un reto tan difícil como apasionante.
Sin embargo, en su etapa como futbolista, Calleja logró dos ascensos a la máxima categoría del fútbol nacional. El primero nada más llegar al Villarreal en el curso 1999-00 y después con el Málaga en la temporada 2007-08. Por lo tanto, aunque sea en otro rol ya conoce el camino a seguir.
El entrenador madrileño, se estrenará el próximo sábado en Ibiza (21:00). Hasta ahora acumula 129 encuentros en primera, tras sus pasos por Villarreal y Alavés, clubes en los que consiguió grandes hitos. Será su estreno en la categoría de plata como entrenador.
Calleja también tiene la misión sobre el terreno de juego de que su equipo sea “protagonista” en todos los partidos, como explicó Miñambres en la rueda de prensa del pasado domingo, ya que el Levante es uno de los favoritos al ascenso y, hasta ahora, ha mostrado muchas dudas en este arranque de campeonato.
El nuevo entrenador, además, debe dotar al banquillo del Levante de cierta estabilidad, ya que desde que Paco López fue despedido el 3 de octubre de 2021 Calleja es el sexto inquilino del banquillo levantinista. Javier Pereira, Alessio Lisci, Mehdi Nafti y Felipe Miñambres son los otros cuatro técnicos que ha tenido el equipo en estos últimos doce meses.
La apuesta por Calleja es una prueba de fuego para él y para Felipe Miñambres, que no acertó con la elección de Nafti. En el caso de que el ex de Villarreal y Alavés no esté a la altura, su figura quedaría debilitada.