Sin duda fue un domingo para olvidar para Frank Ribéry. El futbolista de la Fiorentina se lesionó durante el partido ante el Parma y tuvo que abandonar el campo en el 66’ tras sufrir un golpe en el tobillo. Sin embargo, lo peor llegó luego, cuando al volver a casa se dio cuenta que unos ladrones habían robado en su domicilio.
Los ladrones se llevaron bolsos, pulseras y otras joyas, pero lo que más enfadó al futbolista fue la sensación de vulnerabilidad con la que se quedó él y su familia.
El propio jugador avisó a la policía y luego compartió un vídeo en las redes sociales donde mostraba cómo quedó su casa tras lo sucedido.
“Tras la victoria en Parma, volví a mi casa en Italia, país en el que decidí continuar mi carrera tras muchos y bonitos años en Múnich. Esto fue lo que me encontré. Mi mujer ha perdido algún bolso, alguna joya, pero nada esencial, gracias a Dios. Lo que me deja tocado es la sensación de estar desnudo, con los pantalones bajados. Esto no lo acepto”, dijo Ribéry.
“Mi familia está a salvo en Múnich, ¿pero cómo puedo estar tranquilo hoy? ¿Cómo nos vamos a sentir bien aquí? No corro detrás del dinero, gracias a Dios no me falta nada, corro detrás de un balón porque es mi pasión. Sin embargo, pasión o no, mi familia está por delante de todo y tomaremos las medidas necesarias para nuestro bienestar”, agregó.
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