La derrota de la última jornada frente al Málaga cerró un mes de enero para olvidar para el Alcorcón, colista de Segunda y con solo una victoria en los seis partidos disputados en el primer mes del nuevo año.
La llegada de Juan Antonio Anquela al banquillo alfarero el 9 de noviembre revitalizó a un Alcorcón que penaba por el descenso en una cuesta abajo sin frenos encajando derrota tras derrota.
Con el técnico jienense el Alcorcón empezó a ganar y, hasta final de año, en diez partidos, sumó cinco triunfos, tres empates y dos derrotas que incluso lo sacaron del descenso.
Tras el parón navideño el equipo madrileño sintió la cuesta de enero hasta el punto que sus resultados fueron cuatro derrotas, una victoria y un empate con solo cuatro goles a favor y ocho en contra.
Esta mala racha le mantiene en una situación muy crítica por su posición de colista y, sobre todo, por la sensación de impotencia mostrada sobre el césped en los dos últimos partidos frente al Albacete, un rival directo por la permanencia, y Málaga, que llegó a Santo Domingo tras dos meses sin ganar.
“Lo que hace falta es ganar un partido rápidamente y para ello confío mucho en lo que estamos haciendo. Hay que transmitir una tranquilidad que a nosotros nos ha venido a través del juego. Esto no se arregla hablando sino haciendo cosas en el campo”, declaró Juan Antonio Anquela tras el último partido.
la última derrota del Alcorcón, en casa ante el Málaga
Hasta el próximo partido, el lunes 8 de febrero contra la Ponferradina, el Alcorcón tiene una semana larga de trabajo para pulir detalles y mejorar aspectos tácticos.
Para ese encuentro ya estarán disponibles los dos últimos refuerzos del mercado de invierno, el extremo guineano Carlos Embalo y el mediocentro ofensivo Kelechi Nwakali, en los que tienen mucha confianza depositada la dirección deportiva para dar un salto de calidad a la plantilla.
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