El Athletic protagonizó el sábado ante el Sevilla su primera remontada liguera de este fatídico 2020. La voltereta rojiblanca dejó además apuntes sumamente interesantes en torno a la gestión de la plantilla por parte de Gaizka Garitano. El técnico deriotarra tomó una serie de decisiones, tanto de partida como sobre la marcha, inusuales a lo largo de su periplo como entrenador del conjunto bilbaíno.
Los hasta no hace mucho cachorros Zarraga y Morcillo entraron en un once titular del que salieron Unai López y Muniain. Toda una declaración de intenciones por parte del míster. Un aviso a navegantes que, viendo el efecto surgido, bien podría haber lanzado con anterioridad.
El paso por el banquillo tiene un efecto terapéutico para cualquier futbolista, más si este está acostumbrado a jugar con asiduidad. Un veterano entrenador vizcaíno solía aplicar esta singular teoría curativa con una expresión muy gráfica: ‘Al rincón de pensar’.
Los cambios realizados frente al Sevilla, no está mal volver a recalcar que tanto de partida como sobre la marcha, influyeron de forma decisiva en el desenlace de este último partido de San Mamés. Sorprendió más el primero, el de Zarraga, al tratarse de un debut como titular y en una posición que no es exactamente la suya natural. Lo de Morcillo parecía más lógico, aunque conllevase el trasvase de banda de Berenguer, el último y carísimo fichaje del Athletic.
El equipo rojiblanco, cierto es, estuvo a merced del Sevilla durante buena parte del primer tiempo, aunque en los últimos minutos de este periodo ya se apreció cierto cambio de dinámica a ras de césped. El madrugador gol de En-Nesyri dejó a los leones un tanto tocados, pero la estadística venía a reflejar que los de Lopetegui no habían hecho más de un gol en sus últimos cinco compromisos. Había partido, por tanto.
Al Athletic, a remolque en el marcador, le interesaba un partido de mucha tralla, con mucho ritmo, de ida y vuelta. Las interrupciones en el juego, sin embargo, fueron continuas. Varios sevillistas necesitaron asistencia médica y Raúl García entró una y otra vez en disputas tanto necesarias como innecesarias. El árbitro, pese a todo, solo prolongó un minuto este periodo.
En el arranque del segundo, tras salvar Iñigo Martínez bajo palos el posible segundo gol visitante, el Sevilla comenzó a desinflarse mientras se hinchaba poco a poco el conjunto local. Unai López y Villalibre sustituyeron entonces a Zarraga y Raúl García, que estaba haciendo méritos para ver la segunda amarilla. Los de Lopetegui empezaron a salir menos de atrás y a tener que correr más detrás del balón.
El paso por el banquillo supuso un acicate para Muniain, Vesga y Sancet: los tres fueron clave para orquestar la remontada frente al Sevilla
El marcador, sin embargo, seguía intacto. Garitano, consciente de la situación, retiró entonces a los discretos Dani García y Berenguer para dar entrada al desaparecido en combate Vesga y al esta vez suplente Muniain. Significativo, por cierto, que el técnico deriotarra cambiara al completo el doble pivote con el medio punta y el Athletic, más fresco y con mayor ritmo, empezara a dar la vuelta a la tortilla.
Muniain estuvo donde había que estar tras la prolongación de Vesga de cabeza para empatar a un cuarto de hora de la conclusión. Lejos de amarrar el empate, el Athletic insistió en su acometida con Morcillo al borde de la extenuación. Sancet, otro al que el paso por ‘el rincón de pensar’ parece no haberle venido mal, llegó, vio y triunfó con su primera intervención. Gran pase de Williams, gol del navarro y victoria.
El sábado quedó patente que a veces no viene nada mal dejar de contar con los servicios de los más habituales. La salida de Raúl García del campo permitió al Athletic seguir jugando sin apenas interrupciones, a todo tren. La de Dani García evidenció que Vesga, como antes otros ex leones recientes, también puede dar sentido al fútbol rojiblanco. Todo se reduce a minutos, confianza y a pasar cierto tiempo por ‘el rincón de pensar’.
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