Muy cruel ha sido el final de temporada para el Eibar. Tras liderar la Segunda División durante gran parte de la misma y estar 28 jornadas en puesto de ascenso directo, el conjunto vasco perdió ese lugar en el lugar más insospechado, en terreno del colista y descendido desde hacía semanas Alcorcón, y con un gol en el último minuto en el partido de Santo Domingo.
Parecía complicado reponerse de ese duro golpe de cara al playoff, pero el equipo de Gaizka Garitano lo consiguió ganando en Montivili el partido de ida de las semifinales por el ascenso (0-1). De nuevo volvía a tenerlo todo de cara, pero recibió dos sopapos más en los minutos 1 del tiempo reglamentario y de la prórroga y acabó perdiendo ante un Girona (0-2) que tuvo en el meta Juan Carlos y el larguero a sus salvadores en el último tramo del segundo tiempo.
Así que el Eibar, que sumó la friolera de 80 puntos durante la temporada regular, se ha quedado fuera de una final que la disputarán dos equipos, Tenerife y Girona, que lograron 69 y 68 respectivamente.
No cabe queja alguna conociendo de antemano cuáles son las reglas de la competición y teniendo, además, muy favorables las condiciones a final de temporada, pero no deja de ser curioso comparar, por ejemplo, con lo que hubiera sucedido en Italia.
Las reglas de ascenso de la Serie B a la Serie A en el país transalpino establecen que suben los dos primeros clasificados y el tercero juega un plaoyff a no ser que sume más de nueve puntos que el cuarto clasificado. ¿Qué hubiera sucedido en España con este sistema? Pues que el Eibar hubiera subido directamente, ya que consiguió 80 puntos por 70 del cuarto, que fue la UD Las Palmas.
Otra curiosidad de Italia es que en caso de que no exista esa diferencia de nueve puntos entre el tercero el cuarto, el playoff lo disputan todos aquellos conjuntos que se encuentren en un perímetro de 14 puntos contando desde el tercer clasificado y llegando como mucho al octavo.