Únicamente se han disputado cuatro jornadas ligueras y todavía queda mucha competición por delante, pero al Eibar le urge ganar porque todavía no lo ha conseguido. Ahora mismo los armeros ocupan puestos de descenso con tan sólo un punto.
En el entorno del club de Ipurua la paciencia impera más que en otros lugares y se confía en que la reacción llegue más pronto que tarde. Sin embargo, de momento los datos son cuando menos significativos. El equipo suma tres derrotas y un empate con cuatro goles a favor y siete encajados. Además, durante gran parte de estos partidos no se le ha visto demasiado cómodo sobre el terreno de juego.
Aun así, la plantilla sigue creyendo a pies juntillas en la idea del cuerpo técnico liderado por un José Luis Mendilibar que tampoco es partidario de hacer grandes revoluciones en sus planteamientos y alineaciones.
Por este motivo, es muy probable que en el césped del Ciutat de Valencia la intención inicial del conjunto azulgrana, que no vestirá su primera indumentaria al coincidir con los colores del rival, sea similar a la de las anteriores citas. Intensidad, presión alta y centros laterales son los principales ingredientes de la receta del técnico de Zaldibar que hasta hace poco era exquisita en cuanto a resultados.
Sin grandes cambios
De esta manera, no se esperan demasiados cambios. La principal duda está en quién sustituirá en el once titular al lesionado Sergi
Enrich. A tenor de lo visto en algunos choques anteriores jugados a domicilio, Mendilibar podría decantarse por emplear una línea con tres mediapuntas dando entrada a Pedro León en el sector derecho y colocando a Orellana por dentro, que es donde mejor rendimiento ofrece. Burgos continúa sin estar disponible y Correa y Bigas, otros dos defensas, se han quedado sin viajar.
Enfrente estará un Levante que llega mucho más tranquilo a la cita. El bloque granota está en la mitad de la tabla con seis puntos en su haber y viene de poner en apuros al Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Paco
López ha anunciado que en esta semana con tres encuentros repartirá minutos entre sus futbolistas y volverá a encomendarse a la velocidad de sus delanteros. Esta virtud es más importante si cabe ante un rival como el Eibar, que defiende muy adelantado.
Asimismo, para los levantinistas su casa es un auténtico fortín. Esta temporada han vencido sus dos duelos jugados como local y no pierden allí desde el pasado mes de marzo. Por su parte, a los eibarreses les cuesta sumar a domicilio, aunque esperan poder dar un golpe sobre la mesa y empezar a ver las cosas con un mayor grado de optimismo.
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