El Eibar se sigue preparando para un verano que no invitará a desembolsos mayúsculos en el mercado sino todo lo contrario, ya que se avecinan, a grandes rasgos, unos meses sin fichajes de gran envergadura en el principal escaparate del fútbol. El dispendio económico de todos los clubs punteros no será desmesurado, no habrá operaciones de campanillas regadas con docenas de millones de euros y ya hay varias informaciones que apuntan a un baile de cedidos para aliviar unas arcas lo suficientemente perjudicadas por una pandemia del coronavirus cuyo alcance exacto todavía no se puede cuantificar.
En este escenario, a la entidad armera, una de las más modestas de Primera, no le quedará otro remedio que poner un ojo, o más, en los jugadores cedidos y fidelizados que tiene repartidos entre Primera y Segunda. Eso sí, la intención del Eibar no es tanto iniciar conversaciones con otros clubs para conseguir algo a cambio sino tratar de nutrir al primer equipo, que podría verse mermado a la hora de afrontar el próximo curso.
La dirección deportiva que comanda Fran
Garagarza ha seguido muy de cerca las evoluciones de los cinco jugadores que está temporada han competido, con suertes dispares, lejos de Ipurua y sigue discutiendo las opciones que tienen cada uno de ellos de formar parte de la primera plantilla la próxima temporada. Se trata de Nano
Mesa (Cádiz), Asier
Benito (Ponferradina), José
Antonio
Martínez (Granada), Roberto
Olabe (Extremadura) y Jordi
Calavera (Girona).
Teniendo en cuenta que seis efectivos que se encuentran ahora a las órdenes de José
Luis
Mendilibar acaban contrato este verano y que no hay noticias sobre su continuidad, no es descabellado pensar que alguno de los cedidos o fidelizados se pueda acabar haciendo con uno de esos huecos. Hay que recordar que los contratos de Pedro
León, Orellana, De
Blasis, Ramis, Charles y Escalante, que apunta a seguir con su carrera en Italia, expiran el próximo 30 de junio y, de momento, no hay novedades ni movimientos reseñables.
Así las cosas, los cedidos y fidelizados pueden jugar un papel importante en las próximas semanas a pesar de que, de inicio, no todos cuentan con las mismas papeletas. José
Antonio
Martínez y Asier
Benito han exprimido al máximo sus opciones desde que arrancó la temporada y Roberto
Olabe, después de cambiar de aires en invierno y recalar en el Extremadura procedente del Albacete, contó con protagonismo hasta que llegó la suspensión de la competición. A favor de ellos tres juega el hecho de que aún no han defendido de manera oficial la camiseta del Eibar. Aguardan la oportunidad.
Esta misma razón aleja a Nano
Mesa y Jordi
Calavera de Ipurua, aunque todavía no se ha dicho la última palabra. Las opciones del delantero y el defensa, cedidos en Cádiz y Girona, parecen menores porque cuentan con el hándicap de no haber aprovechado su estancia a las órdenes de José
Luis
Mendilibar.
Nano Mesa: no termina de encontrar su lugar
Nano Mesa fue el fichaje más caro de la entidad armera en 2016 tras costar más de tres millones de euros. No tuvo suerte con Mendilibar y suma ya su cuarta cesión (Levante, Sporting, Tenerife y ahora Cádiz). Ha disputado 19 encuentros de Liga con el líder de Segunda y suma tres goles. Su contrato acaba en 2021 pero no ha rendido como se esperaba y su futuro está cada vez más lejos de Ipurua
Asier Benito: gana enteros para hacerse un hueco
Al delantero de Amurrio no le están yendo mal las cosas en Ponferrada. Le costó entrar en los planes de Jon Pérez Bolo, luego se asentó como titular y perdió una parte de protagonismo antes de la suspensión. En 23 encuentros ha marcado dos goles, firmó hasta 2022 y podría tener un sitio entre la nómina de delanteros el año que viene. Charles acaba contrato y Quique González no cuenta.
Jose Antonio Martínez: sólido debut en Primera y podría suplir a Ramis
Jose Antonio Martínez cumple con éxito su segunda temporada en el Granada. El central onubense aterrizó en Eibar en 2018 procedente del Barça B, firmó hasta 2021 y hasta ahora ha sido una pieza indiscutible en la entidad nazarí. Fue fundamental para lograr el ascenso y ahora es indiscutible para Diego Martínez. Aunque está cómodo allí, gana enteros para suplir a Ramis si el balear no renueva.
Roberto Olabe: sonríe otra vez aunque tendrá que ganárselo
Roberto Olabe firmó el pasado verano con el Eibar hasta 2023 tras desvincularse del Atlético de Madrid. A pesar de que se especuló con que sería jugador de la plantilla, acabó saliendo cedido al Albacete. Medio año después hizo las maletas para recalar en el Extremadura. El centrocampista donostiarra lo está jugando casi todo y habrá que ver si convence durante la pretemporada.
Jordi Calavera: no ha vuelto a ser el que fue en el Sporting
Jordi Calavera aterrizó en 2017 en Eibar y hace dos años firmó su renovación hasta 2021. Nada más llegar, salió cedido al Sporting y brilló en El Molinón. Regresó en 2018 con la intención de mostrarse ante Mendilibar pero las lesiones le borraron la sonrisa. Solo jugó ocho minutos en la 2018/19. Ahora, cedido en el Girona, la suerte tampoco le sonríe. Solo suma cuatro partidos y su futuro no parece estar en el Eibar.
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