El Eibar respira y corta las alas al Granada

El Eibar tiene la salvación prácticamente en el bolsillo tras vencer al Granada en su visita al Nuevo Los Cármenes. Dos golazos de De
Blasis y Kike
García dejaron sin efecto la diana de Soldado y cortaron las alas a un conjunto nazarí que ve alejarse el sueño europeo. Los de Mendilibar se alejan a nueve puntos del descenso y el equipo de Diego Martínez ve frenado su camino en la pelea por acceder a las competiciones continentales.

El Granada, que afrontaba esta cita con varias bajas sensibles, sobre todo la de un Rui
Silva indiscutible bajo los palos, arrancó con un punto más de hambre. La mordiente de Puertas, Machís y Carlos
Fernández se dejó notar en los primeros minutos y el conjunto nazarí también trató de aprovechar la estrategia, aunque sin éxito.

La jugada con más peligro la firmó Machís. Puertas se escapó por la derecha y puso un balón envenenado al segundo palo. Machís entró como un cohete a la carrera pero en el momento exacto del golpeo apareció la sombra de Correa para molestar, lo que provocó que el balón se marchara por encima de la portería de Dmitrovic. Ahí se acabó la alegría local.

Porque el Eibar no se puso nervioso. A pesar de que Mendilibar no tenía a Ramis, Arbilla ni Escalante por lesión y a Sergi
Enrich por sanción, los armeros se mostraron contundentes en defensa, mantuvieron el esférico lejos de su portería y ofrecieron una versión incisiva en ataque.

De
Blasis e Inui, con un centro que casi se introduce Aarón en sus propias redes, llevaron la batuta ofensiva en la respuesta inicial al ímpetu nazarí. A esa reacción le siguió el golazo de la jornada.

Kike
García, incombustible en el juego de espaldas, bajó el balón, aprovechó una falta de entendimiento entre Yangel y Germán para ponerle un caramelo a De
Blasis y el argentino, en carrera, ejecutó una vaselina preciosa para superar al portero del Granada y marcar su primera diana en Liga con el Eibar esta temporada.

Con el viento a favor, el Eibar empezó a jugar aún más en campo contrario, favoreciendo la aparición de Orellana, muy peligroso en la mediapunta por su movilidad alrededor del área. Un taconazo del chileno casi lo aprovechó De
Blasis para hacer el segundo, que evitó Aarón con un paradón.

El Granada trató de quitarse las ataduras y reconstruir parte del juego que ofreció en los primeros minutos, pero resultó imposible. La inseguridad defensiva se trasladó a las otras líneas y la parcela ofensiva se desconectó.

Soldado, en tres minutos

Con la ventaja y el mando del partido en su poder, el Eibar intentó seguir con el mismo plan a la vuelta de vestuarios mientras en el Granada Diego
Martínez introdujo más pólvora con la entrada de Roberto
Soldado.

Y la jugada le salió a la perfección al técnico de Vigo porque el veterano delantero tardó menos de tres minutos en restablecer el empate. Un cabezazo inapelable a centro de Puertas ante el que nada pudo hacer Dmitrovic puso el 1-1 en el marcador.

Orellana lideró la reacción del Eibar, porque suya fue la jugada que permitió a Kike
García tener un balón muy favorable en el borde del área pequeña, pero el esférico acabó en las nubes.

El conquense fue protagonista minutos más tarde en una jugada con mucho contacto en el área del Granada, pero el empujón de Yangel no fue suficiente para Del Cerro Grande y tampoco para el VAR, que dejaron la acción sin castigo.

Y para cerrar el círculo, llegó el gol del ‘17’ del Eibar. Kike
García controló con el pie un balón cedido por Orellana desde la izquierda y a la media vuelta conectó un disparo inapelable pegado al poste izquierdo de Aarón. Fue la guinda a un partido redondo para el goleador y también para su asistente.

A partir de ahí, el Granada intentó buscar el empate pero sus esfuerzos no tuvieron recompensa en los 20 minutos finales. El Eibar aguantó bien y se llevó una victoria importantísima, quizá la que le puede acabar brindando la permanencia.