Si no había nada en juego, no lo pareció. Eibar y Valladolid fueron fieles a su gen competitivo y, a pesar de estar ya salvados y sin opciones europeas, ofrecieron un duelo disputado y de nivel que cayó del lado vasco (3-1).
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Si es el último partido de Mendilibar, puede estar orgulloso de su Eibar. Si bien es verdad que no pudo imponer su ritmo todo el partido, en la primera mitad fue algo mejor que el Valladolid, y eso se reflejo en el marcador, aunque en el inicio fuera un reparto de golpes. Sandro y Moyano avisaron, pero fue Pedro Bigas el que, de cabeza, aprovechó un gran córner botado por Pedro León para anotar (22’).
No le dio tiempo al Valladolid a contraatacar.
Inui aprovechó un error del portero Caro, al que se le escurrió el balón, para doblar la ventaja para el Eibar (28’) que incluso pudo hacer el tercero, pero Pedro León se encontró con el larguero.
La segunda mitad fue un cambio de registros. Si bien es verdad que Caro le sacó al ex del Getafe un gol olímpico, a partir de ahí empezó a dominar el equipo de Sergio. Con buen fútbol y triangulaciones, aunque pocas llegadas. Su gol tuvo que llegar de un discutible penalti de Yoel sobre Ünal. El portero se lo detuvo a Sergi
Guardiola, pero este marcó en el rechace (71’).
Pisó el acelerador el Valladolid, y si no llegó el empate fue pura casualidad. Sandro, Ünal y Nacho tuvieron claras oportunidades, bien repelidas por el portero del Eibar, que pudo sentenciar el encuentro en una jugada aislada, en la que Nacho derribó a Charles en su área. De Blasis, desde los once metros, lo picó de maravilla (91’).
Chapó a la temporada de ambos