Osasuna cerró el ejercicio 2021-22 con un balance de un millón de euros de pérdidas, después de impuestos, según ha anunciado el club este viernes. Las pérdidas antes de impuestos alcanzan los tres millones de euros. La reducción de los ingresos por derechos de retransmisión respecto a los presupuestos es el principal motivo de este desajuste de las cuentas, según se explica en la auditoría realizada.
Este impacto negativo se cifra en 2,6 millones de euros respecto a las previsiones iniciales, a los que hay que sumar el millón no ingresado por los siete partidos que se disputaron en El Sadar con restricciones de acceso.
Pese a este resultado negativo, la deuda neta de Osasuna se ha visto reducida en un 10%, situándose a 30 de junio de 2022 en 51,1 millones de euros, 5,7 menos que un año antes.
Finalmente, el presupuesto que el club presentará para su aprobación en la asamblea de socios compromisarios del 30 de octubre alcanza los 69,1 millones de euros en concepto de ingresos, y de 70,7 millones en gastos, por lo que se prevén unas pérdidas de 1,6 millones. Los casi 70 millones de ingresos suponen una cifra récord en la cifra de negocios del club.