El Elche, colista de Primera División, lleva diez días a la espera de un nuevo inquilino para su banquillo, desde que el pasado día 7 se anunciara por parte del club la salida del anterior técnico, el argentino Jorge Almirón, tras no haber podido llevar a la victoria al equipo en cinco jornadas .
El club se propuso tras el partido ante el Girona encontrar cuanto antes un nuevo cuerpo técnico para que pudiera hacerse cargo del equipo lo antes posible y cerrar la preparación durante el parón por el Mundial de la nueva pretemporada, diseñada pero paralizada oficialmente a la espera del visto bueno al nuevo técnico.
También ha quedado pendiente el futuro de varios jugadores que, según explicó Mantecón, podrían no regresar ya a un equipo que podría afrontar una profunda renovación de la plantilla, aunque estas decisiones también se querían consensuar con el nuevo entrenador.
José Bordalás, ex entrenador del Elche la pasada década y del Getafe y Valencia, entre otros equipos, fue la primera opción, pero el caché del alicantino está fuera del alcance de la entidad ilicitana, a la que se le ha vinculado con técnicos como Juan Ignacio Martínez o Pablo Machín, quien ya estuvo en la órbita del club el pasado año, así como varios preparadores argentinos de máxima confianza de Christian Bragarnik, propietario de la entidad.
La situación deportiva del Elche, crítica tras catorce jornadas en las que no ha logrado ganar, juega en contra de los dirigentes ilicitanos que, sin embargo, aseguran que hay muchos técnicos convencidos de darle la vuelta a la situación.
Mantecón avisó días atrás de que el club se tomaría con calma la elección y reconoció que un nuevo error sería ya fatal en las aspiraciones de salvación del Elche.
El equipo ilicitano regresará el lunes a la actividad, aunque con las pruebas médicas, y no será hasta el martes, fecha en la que ya se espera un nuevo técnico al frente del grupo, cuando retome los entrenamientos sobre el terreno de juego.