Hace dos días, Tom Brady, convertido en uno de los mejores jugadores de fútbol americano de la historia, decía adiós a los terrenos de juego. Una retirada que ya se barruntaba desde hacía un tiempo, pero que no por ello ha suscitado menos reacciones en el mundo del deporte y más allá. Incluida la de su propia mujer. Gisele Bündchen ha querido unirse a la avalancha de mensajes y declaraciones públicas sobre la marcha del mariscal de campo con un emotivo y sincero mensaje publicado en su perfil de Instagram, donde la top model acumula la nada despreciable cifra de más de 18 millones de seguidores. Lo ha hecho acompañando sus palabras —en portugués de Brasil, su país natal y en inglés— de un carrusel de imágenes en las que se puede ver a la pareja junto a sus hijos en el terreno de juego. “Eres la persona más dedicada, centrada y mentalmente fuerte que he conocido. A lo largo de los años, nunca te quejaste de todos los moratones, dolores y molestias. Simplemente seguiste centrándote en tu objetivo de salir y ser el mejor líder que había para todos tus compañeros de equipo”, sostiene Bündchen en su mensaje.
Más allá de descifrar cómo ha sido Brady como deportista, la modelo cuenta algunos detalles de cómo ha sido acompañarle en su andadura profesional a lo largo de todos estos años. Recuerda, por ejemplo, cómo cuando se conocieron, hace más 15 años, “no sabía nada de fútbol”, pero animarle y verle jugar fue lo que más le hizo aprender sobre este deporte “hasta el punto de creer seriamente que sabía más que los árbitros”. También habla sobre las rutinas familiares antes de los partidos, cuando siempre había preparada “una lista de reproducción para campeones” para escuchar camino del estadio. “Sé lo emocionado que estás por el próximo capítulo de tu vida. Verte trabajar tan duro en tu carrera futbolística y ver la dedicación que ahora estás poniendo en todos tus nuevos proyectos es increíblemente inspirador. No hay nada que no puedas lograr. Siempre he estado aquí para ti, lo sabes, ¡y estoy tan emocionada como tú por lo que depara el futuro!”, añade Bündchen.
La modelo no ha sido la única que ha querido mostrar el amor a su familia públicamente. En los agradecimientos que ha publicado en su perfil de Instagram, el quarterback no se ha olvidado de su esposa y de sus hijos —Benjamin, Vivian y Jack, hijo de Brady y su anterior pareja, Bridget Moynaha— a quienes define como su “inspiración” y su “mayor logro”. “Mi mujer ha hecho todo por nuestra familia para permitir que yo pudiera centrarme en mi carrera. Su entrega desinteresada me ha permitido alcanzar nuevas cotas profesionales y no tengo palabras para definir lo que significas para mí y nuestra familia”, ha declarado en el mensaje, que ha rematado con una romántica declaración en portugués, la lengua nativa de la brasileña. “Te amo, amor de mi vida”.
Bündchen y Brady comenzaron su relación en 2007, después de que fracasase el noviazgo de la modelo —hasta 2017, la mejor pagada del mundo durante 15 años consecutivos— y del actor Leonardo DiCaprio. La boda entre ambos, celebrada en 2009, se llevó a cabo en el más absoluto secretismo y meses después la pareja confirmó que esperaba a su primer hijo. La segunda, Vivian Lake, nacería en 2012, y como el propio deportista relata en su mensaje, no ha sido casualidad que la actividad profesional de la modelo fuese poco a poco ralentizándose a medida que se consolidó su vida personal. Así lo confirmó el propio Brady hace unos meses en una entrevista para el podcast Let’s go, en la que aseguró que su mujer no había “trabajado tanto en los últimos 10-12 años”, simplemente por haber estado criando a la familia y comprometiéndose a vivir primero en Boston y luego a mudarse a Florida”. Una decisión la de encargarse prácticamente en solitario de los cuidados que en alguna ocasión ha sido fuente de conflicto para la pareja. En 2020, en una intervención en el programa de Howard Stern, el futbolista reconoció que Bündchen había manifestado no estar de acuerdo con el reparto de tareas. “¿Y cuándo vas a hacer cosas en casa?, ¿cuándo vas a llevar a los niños al colegio?”, le recriminó la top en una ocasión. “Me dijo también que esa parte formaba parte de nuestro matrimonio, que tenía que gustarme, actividades en las que debía participar porque ella también tenía sus objetivos y sus propios sueños”, dijo entonces.
Pese a sus diferencias, la brasileña y el estadounidense forman una de las parejas más consolidadas y exitosas, no solo en sus respectivos ámbitos profesionales —él es el único jugador que ha ganado la Super Bowl en siete ocasiones y ella, a sus 41 años, sigue siendo una de las modelos más influyentes del mundo y participa en campañas publicitarias de lujo—, sino también en otras áreas como la inmobiliaria. El matrimonio ha llegado a tener más seis propiedades, aunque en el último año se han desecho de algunas de ellas como un lujoso piso en el barrio neoyorkino de Tribeca por el que obtuvieron una ganancia de 8,2 millones de euros. También le alquila su casa de Miami al beisbolista Derek Jeter por casi 62.000 euros al mes. Un cóctel de fuentes de ingresos que les convierte en una de las parejas más adineradas de los Estados Unidos. Solo Bündchen atesora un patrimonio neto de 400 millones de dólares —unos 350 millones de euros—, según el portal Celebrity Net Worth, mientras que Brady habría amasado a lo largo de sus 22 años de carrera un total de 430 millones de dólares —alrededor de 380 millones de euros—.
Pero el matrimonio no ha estado solo en el ojo público por sus éxitos laborales y su boyante situación económica. En no pocas ocasiones se ha señalado a Brady por su apoyo al expresidente de los Estados Unidos Donald Trump, a quien le une una larga amistad, aunque él siempre ha negado el respaldo al republicano, asegurando que “el apoyo político es muy diferente al apoyo de un amigo”, como recogió en un artículo al respecto la NBC. Sin embargo, se recuerda con frecuencia como en 2015 el exfutbolista manifestó su apoyo al magnate, que entonces luchaba por ser el candidato a la presidencia. “Sería genial”, comentó y añadió en tono jocoso que, en caso de llegar a la Casa Blanca, “habría un césped artifical” para jugar al golf, deporte que han practicado juntos. Unas declaraciones de las que Brady fue distanciándose y que difieren mucho de las de su mujer. Cuando, en vísperas de las elecciones de 2016, alguien le preguntó en Instagram si ella y Brady votarían por Trump, respondió con un rotundo “¡No!”.