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El enemigo público número 1


Mikel Oyarzabal (Eibar, 1997), en los cuatro años que lleva en el primer equipo se ha convertido en el enemigo número del Athletic. No sólo porque el atacante eibarrés ha rechazado dos veces el intento de los rectores de Ibaigane de llevarle al otro lado de la A8 sino porque, sobre el terreno de juego, se ha convertido en el brazo ejecutor de la Real en los derbis.



Oyarzabal ha marcado en los tres últimos Real-Athletic. Inauguró su cuenta en abril de 2018, en el primer regreso de Iñigo Martínez a Anoeta (3-1), al anotar mediante un preciso remate de interior a la primera a pase de Januzaj. Añadió un doblete en la primera vuelta de la pasada campaña transformando los dos penaltis que le pitaron a la Real en San Mamés. Y cerró su cuenta, de forma provisional, abriendo el marcador en el Real-Athletic de la segunda vuelta de la pasada temporada en Anoeta. Cómo le ganó la disputa a Dani García para luego driblar a Herrerín y batirle a puerta vacía aún lo recuerdan las retinas de los aficionados txuri urdin.

El eibarrés, de esta manera, buscará esta noche el más difícil todavía: marcar por cuarta vez consecutiva en un derbi. Si lo logra, se ganará un espacio por derecho propio en la historia de los partidos ante los rojiblancos. Sólo tres jugadores han logrado anotar en Liga un repóquer de dianas frente al Athletic: Satrústegui, rey de los derbis, hizo 13 dianas en 16 partidos; Nihat, el mayor depredador ante los rojiblancos, hizo 7 goles en 7 partidos; y Cholín, fue autor de 5 tantos en 11 duelos frente al Athletic. Oyarzabal pasaría a ser el tercer máximo goleador de la historia de la Real en Liga en los derbis si marca hoy.

Unai Simón quiere revancha

Para lograr su objetivo, el ‘10 ‘ de la Real tendrá que batir, como ya hiciera la pasada temporada, a Unai Simón, guardameta en la derrota ante los txuri urdin de hace un año en San Mamés y que perdió la titularidad a raíz de aquel 1-3 en el que Oyarzabal fue decisivo con sus dos penaltis transformados. El portero, ahora, quiere revancha. “Las dos últimas derrotas nos dolieron mucho, a nadie del Athletic le gusta perder un derbi y menos en casa. El 1-3 del año pasado fue un mazazo”, remarcó en declaraciones a Radio Euskadi el gasteiztarra que, además, confesó que “tengo muchas ganas de pararle un penalti a Oyarzabal, tiene un gran porcentaje. Aunque esperemos no hacer ninguno, si se da, se lo quiero detener”, bromeó.


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