Mikel Merino añora el fútbol como los niños echan de menos el aire y poder jugar en los parques como lo hacían hasta hace pocas semanas. El centrocampista navarro estaba firmando su mejor campaña como profesional cuando el coronavirus le confinó en su domicilio y desea que se reanude la competición ya que entiende que antes del parón “el equipo estaba en un momento que rodaba con el piloto automático, que los automatismos estaban perfectamente interiorizados”. El navarro incluso cree la Real estaba mejor desde el punto de vista “físico” que del “juego” y confía en que cuando se reanude la competición todo siga en el mismo sitio.
Merino, junto a Aritz Elustondo, recordó el miércoles por la noche en la web del club txuri urdin la histórica eliminatoria copera en el Bernabéu (3-4) y, con la perspectiva que da el tiempo, cree que “dimos un nivel muy alto de madurez, la mentalidad nos dio la eliminatoria”, asegura el navarro contextualizando el escenario en el que se produjo la gesta de la Real. “El Bernabéu es el campo que más me ha impresionado, no he jugado muchas veces pero para salir al campo son unas escaleras muy empinadas y luego el campo es súper alto, impresiona mucho, es un campo que intimida”. Por todo ello, lograr el pase a semifinales de la Copa en Madrid, a juicio del ‘8’ realista fue para enmarcar. “La definición de sufrir está en ese partido”, señala el de Iruñea. “A ellos siempre les ha gustado las remontadas, los centrales se iban para arriba y había momentos con trece personas en el área”, rememora con cierta angustia el tramo decisivo de un encuentro con final feliz para la Real.
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