A juzgar por el triunfo de anoche, el PSG relativiza como nadie los problemas que pueda haber en el vestuario. Si Neymar y Mbappé no se llevan bien, lo disimulan a la perfección. Frente al Lille exhibieron una gran complicidad, sonrisas y buen rollo, nada que ver con todo lo que se ha relatado sobre ellos a lo largo de esta última semana. Sea mejor o peor, su relación en el terreno de juego lleva al cuadro de Christophe Galtier a otra dimensión.
Con el escandaloso 1-7 que firmó anoche, el PSG se ha ganado la etiqueta de ser el equipo más letal de Europa a estas alturas. De las grandes ligas solo el Bayern de Múnich se acerca a sus guarismos: diecisiete goles a favor del campeón francés por los quince del alemán. El sobresaliente arranque de temporada del PSG no puede explicarse sin el tridente, autor de doce de esos tantos. Tres de Messi, cuatro de Mbappé y cinco de Neymar.
Nadie quiere quedarse atrás a las puertas de un Mundial, quizá el último para Leo. El ex del Barça anticipó su regreso a los entrenamientos con el PSG una semana como prueba de que esta temporada quiere ofrecer otro nivel. También Neymar se incorporó antes de lo previsto, y hasta la fecha ha sido el futbolista que mejor rendimiento ha dado en un equipo al que se le caen los goles. El reto está en mantener el hype, como se dice ahora. En no abandonarse a mitad de camino.