Un RCD Espanyol crecido después de haber aguantado más de 60 minutos con un hombre menos en el Cívitas Metropolitano quiere hacer bueno el puntazo cosechado ante el Atlético (1-1) hurgando en la herida del Villarreal, en horas bajas tras la espantada de Unai Emery y la posterior contratación de Quique Setién, bajo cuyo mando los amarillos todavía no conocen la victoria.
Gabinete de crisis en Vila-Real
El entrenador cántabro debutó con un empate en Europa League frente al Hapoel Beer Sheva israelí (2-2), pero desde entonces ha encadenado tres derrotas consecutivas -Athletic Club (1-0), Lech Poznan (3-0) y Mallorca (0-2)- en apenas siete días. Una mala racha que provocó que ayer tuviera lugar un gabinete de crisis de más de dos horas entre la plantilla y Setién, que tiene un ‘match ball’ en Cornellà-El Prat solo 15 días después de haber tomado las riendas del Submarino Amarillo.
Algo más de seis meses lleva ya en el banquillo perico Diego Martínez, que no podrá contar con Lele Cabrera después de que el Comité de Competición desestimara las alegaciones presentadas por el Espanyol al considerar que la prueba aportada por el club no desvirtuaba el acta arbitral.
Uno de los cinco insustituibles
El uruguayo era, junto a Brian Oliván, Vini Souza, Sergi Darder y Joselu, ‘Pichichi’ blanquiazul con siete dianas, uno de los cinco futbolistas que habían sido de la partida en las 13 jornadas de Liga.
Todos ellos formarán parte de un once con la única duda de Javi Puado o Aleix Vidal y cuyas novedades respecto al del Metropolitano serán las entradas de Sergi Gómez por el sancionado Cabrera y Edu Expósito, que se quedó sin disputar un solo minuto por primera vez desde su llegada, por Keidi Bare en la zona ancha.
El Espanyol, sabedor que los tres puntos harían mucho más ameno el parón por el Mundial de Qatar, quiere regalarle a su afición el segundo triunfo del curso como local ante un rival al que solo ha ganado una vez en competición doméstica desde que se mudara a su nueva casa en 2009.
Fue la temporada 2018-19, cuando el conjunto dirigido por Rubi se impuso por 3-1 a los de Javi Calleja gracias a los goles de Hernán Pérez, Darder y Piatti. Precisamente ese encuentro fue la primera vez que Gerard Moreno pisaba, con otros colores, el césped del estadio que le idolatró entre 2015 y 2018 y que a día de hoy sigue añorando a su hijo pródigo. Un escenario perfecto para su regreso a los terrenos de juego tras más de dos meses de ausencia.