El Espanyol cumple con creces en su estreno y gana al Albacete cómodamente

Son muchos pasos los que hay que dar para volver a Primera División. En el mejor de los casos son 42, ya se sabe, pero en la noche de este sábado, el Espanyol dio el primero de ellos venciendo 3-0 al Albacete con una imagen de superioridad evidente.

Y es que es innegable que los pericos aterrizaron con el pie derecho en su nueva realidad. Vicente Moreno contribuyó en gran parte a ello apostando por un once de nivel en el que Raúl De Tomás fue la gran baza en ataque sin olvidar a los Adri
Embarba, Óscar
Melendo o Wu–Lei que -paradójicamente- aportan los quilates a la categoría de plata.

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El Albacete, por su parte, que llegaba tras salvar la categoría en la última jornada de la pasada campaña, arrancó con Zozulia en el banquillo y con más ilusiones que certezas sobre el césped.

El Espanyol debuta en Segunda ante el Albacete

Desde el primer momento, el Espanyol no dejó que su invitado explorara el RCDE Stadium más allá de su propia área y, mediante combinaciones por bandas, hicieron mucho daño a los pupilos de Lucas
Alcaraz que no entraron demasiado bien al partido.

De esa manera llegó el gol local en el minuto 13 de la primera parte. Su autor: Melendo, que fue el más listo de todos cuantos había en el área para hacer bueno un rechace de Tomeu
Nadal.

Pero lejos de acomodarse, el Espanyol siguió con su monólogo en ataque y, mientras RDT veía goles pasar por delante de sus ojos sin terminar de cazarlos, Wu-Lei hizo el segundo en una jugada a balón parado muy mal defendida por el Albacete.

Dos zarpazos y partido encarrilado. El Espanyol era un rodillo y las estadísticas de la primera media hora lo confirmaban: 75% de posesión y ocho disparos. Entre tanto, Embarba se apuntó un zapatazo al larguero y, a partir de ahí, parecieron echar un poco el freno para llegar al descanso con buen sabor de boca.

Maniobras de reanimación de Lucas Alcaraz

Viendo que su equipo estaba en el alambre, Alcaraz aprovechó el descanso para introducir tres cambios de una tacada: Del Pozo, Zozulia y Álvaro Jiménez. Ya entonces, el equipo manchego se dejó ver algo más en ataque, pero sin concretar demasiado. Misma papeleta para el Espanyol que, con el viento a favor, se limitó a desplegar las velas y a ver pasar los minutos en una segunda mitad muy diferente a la primera en cuanto a ocasiones.

El que parecía querer más era Vicente
Moreno, que siguió sacando arsenal al césped. Recién cumplida la hora de partido, Marc
Roca y Darder entraron por Melendo y David López para dibujar un centro del campo con más control de balón. Y eso fue lo que obtuvo: control. El Espanyol en ningún momento vio peligrar el partido y se le pudo ver bastante cómodo. Una comodidad que evidenció también Embarba al lanzar un penalti en el 90 tras unas manos de Isaac y que no sirvió para más que para redondear el marcador.

Durante los minutos finales, los pericos se limitaron a cumplir con su papel y, con el resultado en mano, certificaron su deseo de estar el menor tiempo posible en Segunda División. Algo para lo que se necesitan muchas cosas pero sobre todo: trabajo, humildad y constancia.