No le gusta al Espanyol eso de estar en Segunda. Buena muestra de ello es lo confirmado con el ascenso certificado este sábado en Zaragoza, ya que se trata del quinto del conjunto blanquiazul, y tal como sucedió las cuatro veces anteriores, estando solo un añito en el infierno.
La primera vez que el Espanyol (uno de los fundadores de LaLiga) descendió a la categoría de plata del fútbol español fue en la temporada 1961/62, teniendo en su plantilla a mitos del espanyolismo como Argilés y Camps, pero al año siguiente, de la mano del técnico Heriberto Herrera, que con el tiempo se convertiría en una leyenda de la Juventus, logró el ascenso. Tuvo que pasar por una promoción ante el Mallorca que precisó de tercer partido de desempate en Madrid, pero lo consiguió.
La segunda fue todavía en los 60. Concretamente la temporada 1968/69, con Cayetano Ré, Marcial y José María, entre otros, en su plantilla. Pero de nuevo fue un paso por Segunda efímero, y siendo el tercero de la categoría, por detrás del Gijón y el Málaga, pero sin necesidad de jugar la promoción, subió.
En cuanto a la tercera experiencia del Espanyol en Segunda tuvo lugar el curso 1989/90, porque el anterior, en plena resaca de la derrota sufrida en la final de la Copa de la UEFA en Leverkusen, se consumó el descenso. También bastó con un año en Segunda, y previo paso por una promoción resulta en Málaga en la tanda de penaltis, el Espanyol volvió a la élite.
El cuarto y último curso en Segunda del Espanyol antes del presente, fue el 1993/94 (todavía en Sarriá), siendo en aquella ocasión campeón y por ende sin verse obligado a promocionar.
Cinco experiencias pericas en la categoría de plata y todas ellas solventando con éxito y a la primera el objetivo de regresar a la máxima categoría. El espanyolismo espera que no sea necesaria comprobar si a la sexta se repite el proceso.
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