El Espanyol sigue sin levantar cabeza en LaLiga y se complica y mucho la vida pues puede acabar la jornada como colista. Este sábado volvió a sucumbir en casa ante un Valencia mucho más efectivo, haciendo muy poco, y engorda su peor racha histórica como local.
Este Espanyol no sabe todavía lo que es vencer en el RCDE Stadium en el campeonato doméstico y hoy volvió hacerlo evidente: 6 partidos, seis derrotas y sólo dos goles, uno en propia puerta y el de este sábado, de penalti. Y gracias.
Pinta mal pues pese a hacer una buena primera parte y avanzarse, los catalanes se desplomaron en la segunda parte.
El conjunto de Machín, que venía de salir goleado de San Mamés el miércoles, se ha dejado remontar ante un Valencia superior en la segunda parte. Y es que los pericos se avanzaron gracias a un gol de Marc Roca de penalti en una buena primera parte de los catalanes. Pero ya en la segunda el Valencia fue superior y remontó con tantos de Parejo, de penalti, y de Maxi Gómez, gracias a que el Espanyol bajó muchos enteros, perdió su intensidad y su juego se tiñó de imprecisiones: blando atrás y sin punch en ataque. Y así es imposible reconducir la nave.
Wu Lei fue la principal novedad en el once de Machín, pues el ariete chino no había sido aún titular en LaLiga con el soriano. Y acertó el técnico pues Wu fue de lo mejor del Espanyol en la primera parte.
El partido arrancó intenso, muy metido el once perico ante un Valencia que también empujó rápido. Así ya en el minuto 7, primer susto para la parroquia local. Maxi Gómez aprovechó una pérdida de balón de David López para asistir de lujo a Cheryshev, pero el ruso envió el balón a las nubes, sólo ante Diego López. Se salvó.
El susto dio alas a los pericos y en el 8’, réplica local. Gran disparo colocado de Darder, pero Cillessen se sacó una mano prodigiosa para evitar el 1-0. Ferreyra (10’) y Wu Lei (11’) también acariciaron el gol de un Espanyol que dominaba, metiendo mucha intensidad en ataque ante un Valencia encogido.
A medida que avanzó el pulso, el equipo de Machín se hizo con el control y el dominio, percutiendo muy bien por la banda de Wu Lei, muy activo y rápido el ariete chino y al que sólo le faltó definir bien.
El Espanyol mandaba pero le faltaba lucidez y acierto en los últimos metros. Y sobre la media hora logró avanzarse de penalti. Un centro al área pequeña fue desviado con la mano por Kondogbia, una clara pena máxima que transformó Marc Roca poniendo el 1-0.
Una diana muy celebrada como no podía ser de otra manera, pues se trataba del primer gol de un jugador perico en lo que llevamos de Liga, pues la única diana a favor del Espanyol en casa había sido en propia puerta (Zaldúa).
El marcador ya no se movió antes del descanso, destacando sólo una oportunidad che por un casi autogol de Bernardo.
El VAR anuló un supuesto penalti a favor del Valencia
En la reanudación, el Valencia metió una marcha más y al Espanyol le costó frenar la embestida. Así en el 54’, el colegiado pitó penalti por una falta de Darder sobre Diakhaby, pero al ser cotejada la jugada por el VAR rebatió la decisión del colegiado al existir una mano previa del jugador che, anulándose el penalti inicialmente pitado.
La ‘ayuda’ del VAR envalentonó de nuevo al Espanyol, sacudiéndose la tromba inicial de los che. Víctor Sánchez (60’) y Pedrosa (62’) tuvieron la sentencia pero perdonaron y dieron alas a un Valencia que se fue arriba con todo.
Machín refrescó a su equipo y sentó a Wu Lei, de lo mejor, para dar entrada al Monito Vargas.
Pero el Valencia siguió mordiendo y tuvo premio al final. En el 68’, otro penalti a favor del Valencia y éste ya no lo tiró atrás el VAR. Un empujón de Víctor Gómez sobre Rodrigo supuso otra pena máxima para los che, que transformó Parejo de forma inapelable, poniendo el 1-1.
El empate relanzó al Valencia, catapultado por un Rodrigo inspirado, mientras que el Espanyol se vino abajo y encadenó imprecisiones y errores que lo acabaron condenando, blando atrás y sin punch arriba. Sobrino y Kondogbia, éste último con un trallazo, avisaron que los che querían más.
Y el 81’ llegó la bofetada para los pericos. Centro exquisito de Rodrigo y Maxi Gómez, muy cómodo, cabeceó al fondo de la red, sin oposición de la zaga perica. Se acabó el duelo. El Espanyol cae en barrena y se hunde aún más si cabe, tras la nueva derrota en casa. Incrustado en el descenso, pintas bastos para los de Machín.
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