El Espanyol sigue sin saber lo que es ganar en casa y se hunde en la cola, a cinco puntos de la permanencia, tras empatar este domingo ante el Getafe. El equipo blanquiazul sumó por fin, el primer punto en casa, un punto agridulce al ser insuficiente para empezar a sacar la cabeza del infierno. Preocupante, muy preocupante la situación de los pericos en LaLiga.
Este domingo los de Machín se condenaron demasiado pronto. En el 3’ una falta de atención e intensidad en la defensa, de Calero sobretodo, provocó que el Getafe se avanzara con un gol de Mata por lo que ya tuvo que nadar a contracorriente todo el partido.
Redujo distancias Wu Lei antes del descanso, pero el empate ya no se movió pues el Espanyol pese a atacar con todo y ponerle mucho corazón, no le dio para volver a marcar pues tampoco gestó muchas ocasiones de gol y siguió sufriendo pues el Geta pudo llevarse también los tres puntos de Cornellà-El Prat. Con corazón y ganas no se suman puntos, lo que necesita este Espanyol al que le sigue faltando gol como el oxígeno que respiramos.
Y para colmo de males, perdió a Vargas que salió en el 70’ y se lesionó, dejando el campo en el 74’. Pinta mal para los pericos.
Pablo Machín apostó por Calero para suplir la baja de Naldo en el eje de centrales y colocó a Campuzano en lugar del también lesionado Ferreyra, en punta de ataque.
Y no pudo empezar peor el vital duelo para el Espanyol. Ya en el minuto 3, Cucurella avisó con un obús desde la frontal y paradón de Diego López como respuesta. Pero en el siguiente ataque azulón, bofetón de los que hacen época. A saque de córner, Mata le ganó la posición a Calero, sin hacer falta pese a reclamarla el central, y se sacó un cabezazo letal: 0-1 en el primer suspiro, el estadio se congeló.
La falta de atención e intensidad nada más arrancar condenaba al equipo de Machín demasiado pronto, pues se veía obligado a remar a contracorriente con un mundo por delante y demasiado temor en las piernas.
El gol hizo mucho daño a los pericos y el Getafe pudo cerrar el partido en una contra de Mata, una pesadilla este domingo, pero Calero salvó in extremis.
Los azulones se parapetaron, con dos líneas juntas y sólidas y al Espanyol le costaba Dios y ayuda asociarse y llegar con algo de peligro a la meta contraria. No fue hasta el 21’ cuando el Espanyol dio el primer susto. Tras un córner, David López peinó de cabeza y el portero Soria se lució con una buena mano.
El ‘Geta’, pese a cerrarse con criterio, no renunciaba al ataque y atar el triunfo. Así en el 27’, el drama planeó en el estadio pues a centro de Cucurella, Ángel no engatilló bien cuando estaba sólo, salvando Pedrosa.
El ‘Geta’ seguía apretando y Cucurella le hizo un traje al Espanyol por su banda, poniendo centros envenenados una y otra vez.
Pero al filo del descanso, Wu Lei se entonó, percutiendo con veneno por el extremo diestro. En el 38’ no pudo rematar de milagro una buena asistencia de Darder, en el 40’ se sacó un buen cabezazo y en el 43’ también tuvo chance pero no logró conectar, en semi fallo.
Pero a la cuarta ya no falló el ariete chino. En el 45’, a saque de córner Wu Lei se vistió de ‘pillo’ y emergió de la nada para fusilar por el centro del área y poner el esperanzador 1-1. Una diana vital y el estadio enloqueció.
En la reanudación, el Espanyol salió más entonado, intenso y con ganas de remontada. Así en el 58’, muy protagonista, tuvo el segundo local pero el portero azulón le robó la cartera en línea de gol.
Los de Machín se asociaban con mejor criterio, enchufado Darder y buscando a Wu Lei y Campuzano con velocidad. Mientras el Getafe contemporizaba el balón, sin renunciar al ataque. Es más en el 70’ el ‘Geta’ acarició el segundo pero el disparo de Jorge
Molina lo escupió el palo. De infarto.
Machín movió el banquillo buscando a la desesperada el gol del triunfo. Salió Vargas por Víctor Sánchez en el 70’ y en el primer balón que tocó en ataque el ‘Monito’ se lesionó por el golpe recibido en el tobillo. Y el técnico se vio obligado a sustituirlo por Granero. A perro flaco, todo son pulgas.
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En la recta final el Espanyol se fue con todo arriba, a la desesperada buscando el preciado gol. En el 84’ se reclamó la expulsión del portero Soria al despejar el balón con la mano fuera del área. El colegiado no vio nada pese a las protestas de los blanquiazules.
Wu Lei tuvo el triunfo pero marró una contra aunque se le pitó un riguroso fuera de juego.
Machín quemó todas las naves y sacó al joven Kevin Soni, delantero del filial, a tres del final. Toda la pólvora sobre el césped. No dio para más pues el Espanyol no puso en aprietos al portero Soria. Y el partido acabó con empate, un punto insuficiente y triste pues este Espanyol sigue sin levantar cabeza. Y preocupa.
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