En apenas cinco días al espanyolismo le ha cambiado el ánimo. Y todo, por dos resultados (2-0 al Alavés y 0-0 ante el Getafe) que más allá de los fríos números arrojan una serie de conclusiones y dejan unas sensaciones que permiten alimentar el sueño de una permanencia que hasta hace menos de una semana era poco menos que una utopía.
4 PUNTOS EN DOS PARTIDOS
Suponen la segunda mejor racha de la temporada, tras los cinco puntos sumados entre las jornadas 19 y 21 (2-2 ante el Barça, 1-2 en Vila-real y 1-1 ante el Athletic en el RCDEStadium) e igualando los 4 sumados en las jornadas 23 y 24 (1-0 al Mallorca y 2-2 en el Pizjuán).
DOS ENCUENTROS SIN ENCAJAR
En una campaña aciaga, la endeblez defensiva había sido señalada como uno de los grandes males del equipo. Ahora el Espanyol encadena 180 minutos sin encajar un gol: 70 en superioridad numérica (ante el Alavés) y 75 en inferioridad (frente al Getafe, a domicilio). En las primeras 27 jornadas el equipo había mantenido su puerta a cero sólo en tres partidos: Alavés (0-0 en Mendizorroza), Levante (0-1 en el Ciutat) y Mallorca (1-0 en Cornellà).
ADIÓS AL FAROLILLO ROJO
191 después el equipo ha abandonado la última plaza de la clasificación, que ocupaba desde la jornada 15. No verse el último de la tabla debe reforzar psicológicamente al equipo.
RECORTAR VENTAJA
Cuatro puntos recortados en dos jornadas a Mallorca y Leganés y tres al Celta han ‘reenganchado’ a los del ‘Pitu’ a la lucha por la salvación, que ha pasado de estar a 6 puntos antes del reinicio de la competición el pasado fin de semana a sólo 3 en estos momentos.
BUENA RESPUESTA FÍSICA
Pese a ser el equipo más golpeado por el coronavirus (lo pasaron ocho jugadores y dos miembros del cuerpo técnico) el Espanyol ha demostrado estar en un buen momento físico. Los 75 minutos disputados en Getafe con un hombre menos son la mejor demostración: los de Bordalás jamás pudieron estar cómodos en el terreno ante un rival que se multiplicó.
ACTITUD
En los últimos partidos antes del parón se recriminó a los jugadores falta de actitud y carácter para superar la delicadísima situación del equipo. El paréntesis parece haber limpiado la mente de la plantilla y el equipo es otro: batallador e incansable, no se da por vencido en ningún momento.
Y TODO ESTO, SIN RDT EN EL CAMPO
El fichaje estrella del mercado de invierno, que tardó apenas cuatro partidos en convertirse en pichichi del equipo, debe ser el mejor ‘refuerzo’ cuando supere sus molestias. Con él, el Espanyol sólo puede mejorar.
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