Nada es para siempre. Lo descubrió (si es que no lo sabía) el Mónaco este miércoles al caer derrotado a domicilio ante el Estrasburgo (1-0). Fue de forma dolorosa, por encajar en el tiempo añadido el que fue el único tanto del partido, pero cabe puntualizar que no injusta, porque por méritos realizados los de Niko Kovac fueron inferiores a su rival. No conocía el cuadro monegasco la sensación de perder en lo que va de 2021, habiendo encadenado hasta 12 encuentros consecutivos de Ligue 1 sin perder, pero el Estrasburgo le despertó de su sueño.
El dominio del balón, no obstante, fue del Mónaco. Casi un 70% de la posesión acumularon los de Kovac, aunque sin fluidez ni el ritmo necesario como para sorprender a un Estrasburgo que, muy bien plantado sobre el verde, se mostró en todo momento muy peligroso al contragolpe, poniendo en jaque en más de una ocasión a Lecomte.
Conociendo el resultado del partido, es lógico aseverar que el Mónaco debería haber planteado el encuentro de otra forma, pero lo cierto es que se fue del Stade de la Meinau de vacío por muy poco. Porque fue ya en el tiempo añadido cuando Guilbert, que agarró el balón en su propio campo, avanzó hasta la frontal del área para desde allí mandar un zurdazo directo a la red. 1-0 y poco después pitido final para desasosiego del Mónaco.
Estos tres puntos son de oro para el Estrasburgo, que amplía su colchón respecto a la zona de descenso hasta los 8 puntos, mientras que el Mónaco se queda 4º, a 7 de un Lille que no falló este mismo miércoles ante el Marsella.
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