A través de su abogado, Luis Alberto de Meneses Weyll, pone en entredicho la versión que dio el exdirector de Pemex ante la Fiscalía General de la República. El principal delator de Lozoya no ha sido buscado por las autoridades mexicanas para contrastar las acusaciones vertidas.
Por Andrea Cárdenas / Quinto Elemento Lab
Luis Alberto de Meneses Weyll fue el principal funcionario de Odebrecht que sobornó a Emilio Lozoya Austin. Fue quien confesó a la justicia brasileña haber entregado 10.5 millones de dólares a Lozoya entre 2012 y 2014, y fue quien puso en la mira al exdirector de Pemex con sus acusaciones reveladas en 2017. Ahora, Meneses Weyll desmiente las versiones que Lozoya está ofreciendo a la justicia mexicana en su intento por obtener un trato preferencial.
Ni hubo dinero por parte de Odebrecht para la campaña de Enrique Peña Nieto, ni hubo sobornos para que los legisladores aprobaran la reforma energética, ni hubo pagos para obtener contratos para una planta de etano en el gobierno de Felipe Calderón, aseguró Meneses Weyll a través de su abogado, Carlos Kauffmann.
“El único que sabe lo que hizo con el dinero es el propio Lozoya (…) está tratando de adjudicarle pagos ajenos a Odebrecht, pagos que no son de Odebrecht (…) Si alguien está intentando colocar en Weyll o en Odebrecht pagos que no se realizaron, eso nosotros no lo vamos a admitir”, dijo Kauffmann en la primera entrevista que concede a la prensa mexicana.
Luego de ser extraditado a México en julio pasado, Lozoya solicitó a la Fiscalía General de la República (FGR) la posibilidad de actuar como un “testigo colaborador” para aportar información esencial sobre la trama de corrupción. Con ese criterio de oportunidad, Lozoya espera ofrecer sus confesiones a cambio de que las autoridades no ejerzan una acción penal en su contra.
En su denuncia de 63 páginas presentada ante la FGR, Lozoya señala supuestos sobornos de Odebrecht a legisladores, aportaciones a la campaña de Peña Nieto, y menciona el involucramiento de funcionarios de los gobiernos de Calderón y de Peña. Estas acusaciones son calificadas como falsedades por parte de la defensa legal de Meneses Weyll.
Según Lozoya, cuando trabajaba en la campaña de Peña Nieto a principios de 2012, se reunió con Meneses Weyll en la cafetería El Globo en Las Lomas para pedirle 6 millones de dólares a nombre del propio aspirante presidencial. “Le dije a Weyll que esa petición venía directamente del entonces candidato Peña Nieto y que Odebrecht se vería beneficiado cuando ganara. Él me dijo que lo veía bien”, contó Lozoya.
Lozoya proporcionó más detalles: Meneses Weyll le respondió que Odebrecht aportaría cuatro millones de dólares, de los cuales 2.5 millones serían íntegros para la campaña de Peña, con lo que la firma brasileña esperaba posicionarse con el PRI. Lozoya le dio los datos de una cuenta bancaria que tenía en Suiza a la que fueron transferidos los depósitos entre abril y junio de 2012.
Kauffmann negó que Meneses Weyll haya dado dinero expresamente para financiar la campaña peñista. Según el abogado, no se realizaron más pagos que los reportados previamente por el exjefe de Odebrecht en México. “Luis Weyll asumió toda la responsabilidad de todos los pagos que hizo y comprobó todos los pagos con documentos, pero él no se responsabilizará de lo que no hizo”, dijo a Quinto Elemento Lab a través de una videoconferencia desde Brasil.
Meneses Weyll ya había entregado a los fiscales brasileños desde 2016 los registros que comprueban las transferencias hechas a las cuentas de Lozoya. Pero Meneses Weyll dijo que los sobornos solo fueron para Lozoya. “Con el pretexto de haberme auxiliado en el posicionamiento de la compañía en Veracruz y Tula, me dijo que entendía que debía hacer un pago en su favor del orden de cinco millones de dólares”, contó el exjefe de Odebrecht a los fiscales brasileños.
Según el relato de Lozoya, dos encuentros claves permitieron afianzar la relación entre el propietario de la constructora, Marcelo Odebrecht y Luis Alberto de Meneses Weyll con Peña Nieto y Luis Videgaray. En abril de 2010, según afirmó el exdirector de Pemex, Peña Nieto viajó a Brasil como gobernador del Estado de México y se encontró con los directivos de la compañía brasileña.
“Al término de la comida, Marcelo Odebrecht y Luis Weyll le ofrecieron el apoyo económico a Peña Nieto en su posible postulación como candidato presidencial”, dijo.
El segundo encuentro, ya como presidente electo, fue en septiembre de 2012 en la casa de Marcelo Odebrecht en Sao Paulo. “Ahí se empezó a construir una relación más directa entre el consorcio Odebrecht y el gobierno de Peña, siendo a partir de ahí sus principales interlocutores Luis Videgaray y el de la voz (Lozoya)”.
Sin embargo, Kauffmann asegura que el exdirector de Odebrecht en México no tuvo contacto con ningún otro exfuncionario público: “Luis Weyll solo tuvo contacto directo con Emilio Lozoya. Nunca tuvo contacto con el presidente ni con otros legisladores”, enfatizó el abogado, quien dejó claro que Meneses no estaba al tanto del destino de los sobornos. “Lo que Emilio Lozoya hizo con los pagos, eso no le competía a Luis Weyll decidir ni cuestionar (…) El único que sabe lo que hizo es Emilio Lozoya”.
Un video circuló en YouTube en agosto pasado y exhibió a dos exempleados del Senado, vinculados a exsenadores panistas, recibiendo fajos de billetes presuntamente como parte de los sobornos que Emilio Lozoya gestionó para legisladores que votaron a favor de la reforma energética.
Días antes de la filtración del video, el exdirector de Pemex confesó haber pagado a legisladores de la oposición para que aprobaran la reforma. Hablaba de 80 millones de pesos repartidos a un diputado y seis senadores entre 2013 y 2014. Los recursos procedían de Odebrecht y fueron depositados a una cuenta en el Neue Bank a nombre de la empresa Zecapan SA para repartirse de acuerdo con las indicaciones de Luis Videgaray, según la confesión de Lozoya.
“Odebrecht sabía que los recursos que aportó a partir del 2013 eran en su mayoría para influenciar y apoyar las gestiones que el expresidente Peña Nieto negociaba con el Congreso de la Unión”, narró Lozoya.
Para el exdirector de Pemex, la constructora brasileña no solo buscó contratos y beneficios del gobierno, también participó activamente en la política energética del país. “En el momento en que se aprobó la reforma energética, fuimos felicitados por Odebrecht por haber logrado lo que no se había hecho antes. Ellos estaban contentos porque con esa reforma podrían obtener un mayor volumen de obra”.
Estos señalamientos también fueron negados por Carlos Kauffmann, quien dijo que Odebrecht Infraestructura nunca tuvo interés en la reforma energética ni se benefició con ningún contrato derivado de su aprobación. “Si no había un interés y si no se querían celebrar contratos de la reforma energética, ésta (Odebrecht) no pagaría a legisladores para que actuaran en la reforma”, dijo el defensor de Meneses Weyll.
Lozoya también acusó que Odebrecht sobornó a funcionarios del gobierno de Felipe Calderón para favorecer a la empresa Braskem, filial de Odebrecht, en la planta Etileno XXI en Veracruz.
Según Lozoya, Meneses Weyll le comentó que Braskem había entregado sobornos en 2010 y 2012 para la aprobación del contrato de Etileno XXI y aseguró que después se dieron más sobornos para gestionar una prórroga. “Muchos panistas dentro del sexenio de Felipe Calderón recibieron fuertes sumas de dinero y con ello Braskem se posicionó tanto, que incluso recuerdo que hicieron una parte de una sesión de su Consejo de Administración en Los Pinos, con la presencia de Felipe Calderón Hinojosa”, detalló el exfuncionario.
El abogado de Meneses Weyll señaló que su cliente no realizó ningún pago por la adjudicación del contrato. “No existen relatos en ese sentido, no hay motivo (…) Si hubiera habido pagos, Luis Weyll ya lo hubiera dicho”, dijo Kauffmann.
Dispuesto a colaborar
Han pasado más de ocho meses desde que Emilio Lozoya Austin fue arrestado en Málaga; han transcurrido poco más de tres meses desde que fue extraditado desde España y ya se agotó la mitad del tiempo que concedieron los jueces para que la FGR integre su caso, pero la justicia mexicana aún no ha buscado al principal delator de Lozoya para contrastar sus dichos.
“Luis Weyll queda a disposición de las autoridades mexicanas para informar lo que sea necesario (…) Weyll está comprometido solo con la verdad. Entonces, una vez que se respeten los compromisos internacionales asumidos, él está disponible para realizar nuevas aclaraciones cuando sea necesario”, dijo Kauffmann.
A fin de que los fiscales mexicanos puedan interrogar al exdirector de Odebrecht, deben firmar un acuerdo (o un término de compromiso) en el que se comprometen a no utilizar las pruebas obtenidas contra el propio Meneses Weyll en el ámbito penal, civil o administrativo.
Luis Alberto de Meneses Weyll, Hilberto Alves da Silva y Luiz Antonio Mameri fueron los tres exejecutivos de Odebrecht cuyas declaraciones destaparon el escándalo contra Lozoya Austin. Ellos se acogieron a una ley que ofrece la posibilidad de reducir sus castigos si es que colaboran con la justicia brasileña aportando pruebas y datos para resolver la trama de corrupción.
A petición de la fiscalía mexicana, Meneses Weyll fue interrogado en marzo de 2017 en la sede del Ministerio Público de la ciudad de Salvador, al noreste de Brasil, pero su abogado confirmó que no ha sido buscado nuevamente ahora que Lozoya fue capturado y está ofreciendo sus versiones ante la FGR.
“Luis Weyll está en Brasil. Puede hablar con las autoridades mexicanas siempre que se respete el compromiso asumido con las autoridades brasileñas”, dijo Kauffmann.