En la actualidad, hay más de 46.000 taxis en España, y Madrid y Barcelona son las ciudades con mayor tasa de taxis por cada 1.000 habitantes. Dentro de cada comunidad, provincia e incluso localidad, el color del taxi es diferente. En Madrid, los taxis son de color blanco con una franja roja, pero no siempre han sido así.
Historia del taxi en España
Aunque hay quienes creen que el taxi es un «invento moderno», lo cierto es que el origen del mismo se remonta a la Antigua Roma. Fue entonces cuando, por primera vez en la historia, se empezaron a utilizar transportes privados, aunque eran exclusivos para personas con discapacidad.
Más adelante, en la Edad Media, surgió un negocio muy rentable: el alquiler de caballos y mulas para que los ciudadanos pudieran desplazarse con mayor rapidez y facilidad. El taxi tal y como lo conocemos en la actualidad nació a mediados del siglo XVII de la mano de Nicolas Sauvage.
Fundó una empresa de transporte privado con 20 carruajes a caballo en la capital francesa. A partir del año 1703 empezaron a llevar placas identificativas. El primer taxi a motor surgió en 1904, cuando varios vehículos de la marca Renault empezaron a circular por París.
En los años 20, el taxi había proliferado en un gran número de ciudades españolas. En aquel entonces, había una gran variedad de colores, en función del precio del recorrido y de la compañía. Sin embargo, finalmente se decidió que todos los vehículos fueran de color negro.
Todo cambió tras la aprobación del Real Reglamento Nacional del Taxi número 736 de 3 de marzo de 1979, que en su artículo 26 establece que «La pintura y distintivo de los autotaxis serán del color y características que se establezcan por las entidades locales …».
Los taxis en Madrid
La primera ciudad de España en ofrecer el servicio de taxi fue Madrid. Los primeros vehículos a motor circularon por las calles de la capital a primeros del siglo XX, y fueron un gran fenómeno nacional.
En los años 20 los taxis de Madrid eran de una gran variedad de colores: rojo, amarillo o verde, en función de la compañía. Una ordenanza municipal obligó a todos los vehículos a tener color azul oscuro en la parte inferior y color negro en la parte superior, ambos separados por una franja en color rojo.
Sin embargo, esta combinación de colores no convencía a los taxistas. En 1985, el Ayuntamiento de Madrid decidió cambiar el color de los coches al blanco, con una franja roja que atravesara las puertas delanteras.
Source link