Toyota completó un doblete en las 1.000 millas de Sebring, primera prueba de la temporada del Campeonato del Mundo de Resistencia (WEC), con el Ferrari de Miguel Molina, Antonio Fuoco y Nicklas Nielsende completando el podio en su regreso a la categoría reina 50 años después de su última aparición.
En el coche N.7, el inglés Mike Conway, el japonés Kamui Kobayashi y el argentino José María López tuvieron la última palabra sobre el N.8, pilotado por el suizo Sébastien Buemi, el neozelandés Brendon Hartley y el japonés Ryo Hirakawa.
Esta es la 40ª victoria de Toyota en el WEC, lo que confirma su hegemonía, ya que el equipo japonés ha ganado los cinco últimos campeonatos.
Ferrari, que había salido desde la pole position, no mantuvo el liderato durante mucho tiempo.
Una salida de pista de un competidor hizo que los coches volvieran a boxes. Cuando se reanudó la carrera, los Toyota aprovecharon la situación para ponerse en cabeza sin inquietarse en ningún momento, al final de los 1.630 km de carrera.
Alpine, que había ganado el año pasado en Florida, tuvo una carrera difícil, terminando en 16ª posición.