El fiscal acusa de homicidio a la policía que mató a un negro desarmado en EE UU

La exagente Kim Potter, del departamento de policía de Brooklyn Center, Minnesota.
La exagente Kim Potter, del departamento de policía de Brooklyn Center, Minnesota.Bruce Bisping / Star Tribune via Getty Images

Kimberly Potter, la exagente de la policía que disparó y mató al afroamericano Daunte Wright ha sido detenida este miércoles y acusada de homicidio en segundo grado. El fiscal del condado de Washington, Pete Orput, ha interpuesto la denuncia del cargo que conlleva una pena máxima de 10 años y una multa de hasta 20.000 dólares. La muerte del joven negro desarmado de 20 años en manos de la policía en un suburbio de Minneapolis ha resucitado las protestas raciales en la ciudad que celebra el juicio contra el expolicía Derek Chauvin, acusado de asesinar a George Floyd, símbolo del movimiento Black Lives Matter.

El anuncio de la fiscalía del condado de Washington llega un día después de que Potter renunciara a su cargo en la Policía de Brooklyn Center, al noreste de Minneapolis. La exagente, de 48 años, había sido puesta bajo licencia administrativa, pero las presiones para que la echaran se hacían mayores a medida que las protestas continuaban. Este martes dimitió tras 26 años de servicio asegurando que era “lo mejor para la comunidad, el departamento” y sus compañeros agentes. Horas después, el jefe de la policía local, Tim Gannon, presentó su renuncia.

El domingo por la tarde tres policías detuvieron el coche del joven supuestamente por una infracción menor de tráfico y descubrieron que tenía una orden judicial pendiente por portar un arma sin los permisos. Los agentes intentaron arrestarlo, pero el afroamericano se resistió y volvió a ingresar al vehículo. Potter le apuntó con una pistola y gritó tres veces “Taser”. Sin embargo, la agente disparó con su pistola a bala contra el conductor, quien recorrió varias cuadras en el coche, antes de morir. “Mierda, acabo de dispararle”, se le escucha decir a Potter en el vídeo grabado con su cámara corporal, que Gannon hizo público al día siguiente del suceso, en un intento por aumentar la transparencia en el caso.

Gannon describió el tiroteo como una “descarga accidental”, planteando la tesis de que Potter quería disparar con una taser (pistola paralizante) y no con su arma de fuego. La Oficina del Médico Forense del Condado de Hennepin concluyó que Wright murió de una herida de bala en el pecho y calificó su muerte como un homicidio.

La familia de Wright ha declarado que no estarán satisfechos con nada que no sean los cargos de asesinato contra Potter. “Enjuícienlos, como lo harían con nosotros”, dijo en una rueda de prensa Nyesha Wright, tía del joven fallecido. “Queremos la más alta justicia”. El suceso ocurrió en el condado de Hennepin, pero la Fiscalía de la localidad envió el caso a la oficina del condado de Washington como parte de un acuerdo para que los fiscales investiguen los tiroteos policiales en otras jurisdicciones y así evitar posibles conflictos de interés.

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