Arben Kraja, jefe de la Fiscalía contra el Crimen organizado de Albania.
Arben Kraja (Shkodër, 57 años) es el jefe de la Fiscalía especial antimafia y contra el crimen organizado de Albania (SPAK, en sus siglas en albanés). El organismo se creó hace dos años y medio debido al aumento de casos y a la expansión internacional de estos grupos. Tiene una estructura independiente, con un tribunal propio y reglas especiales. Kraja, experto en la materia, alerta del aumento de la presencia en Europa de estos clanes, confirma su implantación en Italia y pide una acción coordinada de todos los países.
Pregunta. ¿Qué tipo de organización es la mafia albanesa?
Respuesta. Yo no puedo decir que sea una mafia. Más bien grupos organizados que están perfectamente estructurados y son muy peligrosos. Tienen actividad en Albania y llegan hasta Sudamérica, porque están entrando en el tráfico de cocaína y quieren tener control desde el punto de producción. Sus métodos son muy agresivos y son grupos reducidos: familia y amigos.
P. ¿Dónde actúan?
R. En muchos países. El otro día un grupo de traficantes de cocaína robó a otro en Londres. Estos contactaron con un preso albanés en una cárcel de Ecuador que, a su vez, contactó con un grupo de albaneses en Tirana para que secuestraran al hermano del que había robado la coca. Terminaron matándole. Arrestamos a muchas personas, pero no hemos encontrado el cuerpo todavía. Se lo cuento para que vea cómo funciona: no hay fronteras, se mueven sin problema. Tanto ellos como el dinero. Por eso la prioridad es trabajar coordinadamente con otros países. También con España, donde tenemos ahora una investigación abierta.
P. ¿Por qué está tan extendida en Italia?
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R. Porque está cerca. Pueden entrar y salir libremente y está muy cerca. Son 70 kilómetros por mar. Así funciona. Pero están también en Alemania, Bélgica y Holanda. Y, sobre todo, en Dubái. Tenemos a cuatro fugados ahí, pero no les podemos extraditar porque no existen esas leyes y no responden a nuestras peticiones.
P. ¿Dubái se ha convertido un paraíso para los fugados de la mafia?
R. Sí, un paraíso criminal, no fiscal. Hay muchos huidos de distintos países. También italianos. Llegan con mucho dinero y luego nunca nadie responde cuando pedimos la extradición. Te dicen que está ahí, pero te dan largas… Solo excusas para no hacer nada. Si no responden a los italianos, imagine a nosotros.
P. ¿Cuándo nacen estos grupos?
R. Gradualmente. Caso por caso se reforzaron y fueron entrando en los negocios importantes. Primero eran traficantes de calle, pero luego se hicieron con toda la organización. Mire, ahora han llegado a Colombia y Ecuador. Se instalan ahí. Y ya ha habido dos o tres homicidios con albaneses involucrados, algo que le da la medida de la situación.
P. ¿Qué estructura tienen estos grupos?
R. Son independientes. Hay muchos capos, por eso creo que es distinto a la mafia italiana. Colaboran entre ellos, pero luego también pueden acabar matándose.
P. ¿Son capaces de convivir con las mafias italianas o habrá un conflicto?
R. Hasta ahora vemos que trabajan conjuntamente. Pero si empieza una guerra todo cambiará. Estos grupos son muy capaces de mutar, de adaptarse. Son pequeños y se mueven allá donde hay poco riesgo y mayor mercado.
P. ¿En Albania han llegado a desafiar al Estado, como sucedió en Italia?
R. Tenemos muchos casos de arrestos y procesos. El otro día fueron 33 de golpe involucrados en homicidios de todo tipo. Pero hasta ahora, por suerte, no le ha pasado nada a ningún juez o fiscal. Pero en la SPAK, la mitad de los fiscales llevan escolta.
P. ¿La SPAK cómo se puede definir?
R. Es una superfiscalía con estructura independiente que tiene su centro de operaciones en Tirana, pero ramificaciones en toda Albania. Se investiga el crimen organizado, pero a nivel de grupo, no individual. También el terrorismo, la corrupción y a los altos funcionarios del Estado y políticos. Hace dos años y medio que empezamos. Nos regimos por una ley especial y tenemos un solo tribunal que se ocupa de nuestros casos. Se parece un poco a la Fiscalía Antimafia italiana. En Croacia es Uskok… Ha sido clave ponerla en marcha.
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