El fondo australiano IFM lanza una opa sobre Naturgy que deberá autorizar el Gobierno


La opa que lanzó ayer el fondo australiano IFM sobre Naturgy deberá superar el filtro del Gobierno, de acuerdo a la nrmativa sobre la entrada de capital extranjero firmas estratégicas. La oferta, “voluntaria y parcial” sobre el 22,69% del capital por 5.060 millones de euros, se dirige a los accionistas minoritarios y pese a que IFM mantiene que está hecha en tono amistoso, fuentes de Naturgy y de su accionista principal, Criteria, han asegurado que es “no solicitada” y que conocieron ayer los detalles. Las acciones de Naturgy se dispararon un 15,38% y cerraron a 22,18 euros, por debajo de los 23 que ofrece el fondo.

Nueva sacudida en el sector eléctrico. A primera hora de ayer, el fondo australiano IFM Global Infrastructure, a través de la firma luxemburguesa Global InfraCo, despertó la Bolsa con una ambiciosa opa sobre Naturgy dirigida a 220 millones de acciones a un precio de 23 euros por acción, lo que supone una prima del 19,7% con respecto al cierre de la cotización del lunes, del 22,7% sobre la media de los últimos tres meses y del 28,9% sobre el precio medio de los últimos seis meses.

“IFM considera que el precio cumple las condiciones para ser considerado equitativo, lo que se justificará mediante un informe de valoración de un experto independiente”, según difundió en un hecho relevante que envió a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en el que también señala que la opa se pagará en efectivo.

El precio de la oferta, que viene precedida por varios meses de análisis en los que ha estado asesorado por Crédit Suisse y Linklaters, se ajustará a la baja en el caso de que Naturgy pague o declare cualquier dividendo, distribución, o remuneración similar a sus accionistas antes de la liquidación de la oferta. Si el nivel de aceptación de la oferta supera el número máximo de acciones a las que se dirige, se aplicarán las normas de distribución y prorrateo previstas en la legislación española. IFM financiará la mayor parte de la adquisición mediante compromisos de capital de sus inversores y el resto mediante deuda bancaria.

La oferta está sujeta a recibir las correspondientes autorizaciones regulatorias y de competencia, así como la del Consejo de Ministros, que debe aprobar cualquier operación que supere el 10% del capital de empresas consideradas estratégicas, según determinó en las medidas tomadas por la crisis de la pandemia. Asimismo, está condicionada a alcanzar un nivel mínimo de aceptación de, al menos, el 17% del capital social de Naturgy (164,8 millones de acciones), porcentaje con el que IFM se aseguraría la presencia en el consejo de administración con dos representantes.

Pese a que fuentes del entorno de IFM aseguran que la opa es amistosa y que había informado de ella a los principales accionistas de Naturgy, esta empresa comunicó a la CNMV que conoció la misma mañana de ayer “los términos y condiciones de la oferta voluntaria y no solicitada”, y que el consejo de administración de la compañía que preside Francisco Reynés “se pronunciará cuando lo considere oportuno y, en cualquier caso, cuando sea legalmente preceptivo”. ”Mientras tanto, la compañía continuará operando sus negocios en el mejor interés de sus accionistas, teniendo en cuenta los condicionantes derivados del proceso de oferta”, asegura. Naturgy, que ha contratado los servicios de Citi y Freshfields como asesores, esperará a conocer el folleto, que IMF ha asegurado que presentará el 26 de febrero como muy tarde.

No obstante, según las fuentes consultadas, el fondo australiano, cuyo vicepresidente es el español Jaime Siles, persigue el consenso con el principal accionista de Naturgy, Criteria (a su vez, principal accionista de CaixaBank), que recibió una carta con sus intenciones de compra hace unos días. ”Pero una cosa informar y otra pactar”, sostienen fuentes del mercado bursátil, que aseguran que un pacto llevaría a la CNMV a obligar a una opa por el 100%.

Criteria cuenta con el 24,4% del capital, porcentaje que los australianos quieren que mantenga, aunque esta sociedad presidida por Isidro Fainé no se ha comprometido a nada y no se pronunciará hasta que madure la oferta. Incluso podría ser una oportunidad para reducir ligeramente la participación ya que la prima ofrecida es muy golosa.

A tenor del hecho relevante enviado a la CNMV, IFM parece contar con el compromiso de los fondos CVC, que tiene el 20,4% de Naturgy, y GIP, el 20%, y no se plantean acudir a la opa para que esta vaya dirigida exclusivamente a los accionistas minoritarios. Es decir, si se concreta el desembarco de IFM en Naturgy en los términos de la opa, estos cuatro accionistas coparían el 87,1% del capital de la energética, a los que hay que sumar el 4% que posee la entidad estatal argelina Sonatrach. Es decir, quedaría solo en torno a un 9% atomizado.

Vocación de permanencia

IFM, al contrario que los otros dos, es un fondo abierto con vocación de permanencia. Esta es una de las razones por las que IFM ha elegido Naturgy, así como la buena valoración hecha del equipo gestor de la compañía española, cuya permanencia respaldan, y la posibilidad de aliarse con el universo de La Caixa.

Según la nota enviada a la CNMV, el objetivo principal de IFM es obtener un rendimiento neto sostenible a largo plazo mediante la inversión en compañías de infraestructuras esenciales y de alta calidad. “Creemos que la transacción propuesta es en el mejor interés de los accionistas que deseen vender sus acciones, puesto que pueden obtener un precio elevado por sus acciones, y también en el mejor interés de Naturgy, puesto que su consejo de administración y su equipo gestor se podrán beneficiar del apoyo y la experiencia de IFM en un momento en que Naturgy lidera el camino hacia la transición energética”, según Jaime Siles.

El compromiso de IFM de participar en la transición energética, junto con sus 25 años de experiencia en el sector de infraestructuras en todo el mundo y su filosofía de inversión a largo plazo, ofrece un sólido refuerzo al desarrollo de la compañía, según el grupo. “Como una gran energética global y diversificada, Naturgy está perfectamente alineada con los principios y objetivos centrales de IFM como inversor a largo plazo”, ha añadido Siles. Propiedad de un grupo de fondos de pensiones australianos, la organización cuenta con 90.000 millones de euros que gestiona desde las Islas Caimán, territorio desde el que se canaliza la oferta sobre Naturgy. Dado que IFM es propiedad de los fondos de pensiones del sector industrial, prioriza los intereses de más de 470 inversores de todo el mundo con una visión similar, centrándose en activos que “combinan excelentes características de riesgo/beneficio a largo plazo con amplios beneficios económicos y sociales para la comunidad”, según su página web.

Como signatario de los Principios de Inversión Responsable, apoyados por las Naciones Unidas, IFM se compromete activamente en cuestiones de ESG (criterios medioambientales, sociales y de gobernanza empresarial) con las empresas en las que invierte con el objetivo de mejorar su rendimiento y minimizar el riesgo de la inversión. Operando globalmente, IFM tiene oficinas en nueve ciudades: Melbourne, Sídney, Nueva York, Londres, Berlín, Tokio, Hong Kong, Zurich y Seúl.

El fondo australiano IFM Global Infrastructure, a través de la sociedad luxemburguesa Global InfraCo, ha lanzado este martes una opa voluntaria y parcial sobre el 22,69 % del capital de Naturgy por 5.060 millones de euros. “IFM considera que dicho precio cumple las condiciones para ser considerado precio equitativo, lo que se justificará mediante un informe de valoración de un experto independiente”, dice la nota publicada hoy por la Comisión Nacional del Mercado de Valores en que también señala que la opa se pagará en efectivo. Como consecuencia del anuncio, las acciones de Naturgy se han disparado esta mañana un 18% en el inicio de la sesión bursátil, hasta el nivel más alto en los últimos 11 meses tras conocerse la oferta del fondo IFM.

La oferta se dirige a 220 millones de acciones de la compañía energética española a un precio de 23 euros por acción, lo que supone una prima del 19,7% con respecto al cierre de la cotización de ayer, del 22,7% sobre la media de los últimos tres meses y del 28,9 % sobre el precio medio de los últimos seis meses. La oferta está sujeta a recibir las correspondientes autorizaciones regulatorias y de competencia, entre ellas las del Consejo de Ministros, que debe aprobar cualquier operación que supere el 10% del capital de empresas consideradas estratégicas según determinó en las medidas tomadas por la crisis de la pandemia. Asimismo, está condicionada a alcanzar un nivel mínimo de aceptación de, al menos, el 17% del capital social de Naturgy (164,8 millones de acciones), porcentaje con el que IFM se asegura la presencia en el consejo de administración con dos representantes.

Pese a que fuentes del entorno de IFM aseguran que la opa es amistosa y había sido informada a los principales accionistas de Naturgy, esta empresa ha comunicado a la CNMV que ha conocido “esta mañana los términos y condiciones de la oferta voluntaria y no solicitada” y que el consejo de administración de la compañía que preside Francisco Reynés se pronunciará cuando lo considere oportuno y, en cualquier caso, cuando sea legalmente preceptivo. “Mientras tanto, la compañía continuará operando sus negocios en el mejor interés de sus accionistas, teniendo en cuenta los condicionantes derivados del proceso de oferta”, asegura. Naturgy ha contratado los servicios de Citi y Freshfields.

No obstante, según las fuentes consultadas, el fondo australiano, cuyo vicepresidente es el español Jaime Siles, persigue el consenso con principal accionista del grupo español, Criteria (a su vez, principal accionista de CaixaBank), grupo que recibió una carta informativa sobre sus intenciones hace unos días. Criteria cuenta con el 24,4% del capital, porcentaje que los australianos quieren que mantenga, aunque la sociedad tenedora de acciones no se ha comprometido a nada. “Una cosa es ser informado y otra haber pactado”, sostienen fuentes del mercado bursátil, que aseguran que un pacto llevaría a la CNMV a obligar a ampliar la oferta por el 100%.

A tenor del hecho relevante a la CNMV, IFM también ha buscado el consenso con los fondos CVC, que tiene el 20,4%, y GIP, el 20%, que no tienen previsto acudir a la opa, que va dirigida exclusivamente a los accionistas minoritarios. Es decir, una vez concretado el desembarco de IFM en Naturgy en los términos de la opa, estos cuatro accionistas coparían el 87,1% del capital de la energética, a los que hay que sumar el 4% de la entidad estatal argelina Sonatrach. Es decir, quedaría solo un 9% del capital atomizado.

IFM, al contrario que los otros dos, es un fondo abierto con capital perpetuo con vocación de permanencia. Esta es una de las razones por las que IFM ha elegido Naturgy, así como la buena valoración hecha del equipo gestor de la compañía española y la posibilidad de asociarse con el universo de CaixaBank, cuya estructura es muy similar a la que tiene el grupo en Australia. IFM, además, ya está presente en España a través de Aqualia, en la que tiene el 49%; Aleatica (antigua OHL Concesiones), con el 100%, y el Puerto de Huelva.

El precio de la oferta, que viene precedida por varios meses de análisis en los que ha estado asesorado por Crédit Suisse y Linklaters, se ajustará a la baja en el caso de que Naturgy pague o declare cualquier dividendo, distribución, o remuneración similar a sus accionistas antes de la liquidación de la oferta. Si el nivel de aceptación de la oferta supera el número máximo de acciones a las que se dirige la oferta, se aplicarán las normas de distribución y prorrateo previstas en la legislación española. IFM financiará la mayor parte de la adquisición mediante compromisos de capital de sus inversores y el resto mediante deuda bancaria.

Según la nota de la CNMV, “en su condición de gestor de activos propiedad de fondos de pensiones australianos, el objetivo principal de IFM es obtener un rendimiento neto sostenible a largo plazo mediante la inversión en compañías de infraestructuras esenciales y de alta calidad. IFM es uno de los mayores gestores de inversiones en infraestructuras del mundo y tiene un sólido compromiso con la sostenibilidad del medio ambiente, en tanto que ha establecido el objetivo de alcanzar cero emisiones netas en 2050 en todas sus clases de activos”. “Creemos que la transacción propuesta es en el mejor interés de los accionistas que deseen vender sus acciones, puesto que pueden obtener un precio elevado por sus acciones, y también en el mejor interés de Naturgy, puesto que su consejo de administración y su equipo gestor se podrán beneficiar del apoyo y la experiencia de IFM en un momento en que Naturgy lidera el camino hacia la transición energética”, según ha comentado el citado Jaime Siles.

El compromiso de IFM de participar en la transición energética, junto con sus 25 años de experiencia en el sector de infraestructuras en todo el mundo y su filosofía de inversión a largo plazo, ofrece un sólido refuerzo al desarrollo de la compañía, según el grupo. “Como una gran energética global y diversificada, Naturgy está perfectamente alineada con los principios y objetivos centrales de IFM como inversor a largo plazo”, ha añadido Siles.

La firma IFM Investors fue fundada hace más de 25 años con el objetivo de proteger y hacer crecer los ahorros para la jubilación a largo plazo de trabajadores. Propiedad de un grupo de fondos de pensiones australianos, la organización cuenta con 90.000 millones de euros que gestiona desde las Islas Caimán, territorio desde el que se canaliza la oferta sobre Naturgy. Dado que IFM es propiedad de los fondos de pensiones del sector industrial, prioriza los intereses de más de 470 inversores de todo el mundo con una visión similar, centrándose en activos que “combinan excelentes características de riesgo/beneficio a largo plazo con amplios beneficios económicos y sociales para la comunidad”, según su página web.

Como signatario de los Principios de Inversión Responsable, apoyados por las Naciones Unidas, IFM se compromete activamente en cuestiones de ESG (criterios medioambientales, sociales y de gobernanza empresarial) con las empresas en las que invierte con el objetivo de mejorar su rendimiento y minimizar el riesgo de la inversión. Operando globalmente, IFM tiene oficinas en nueve ciudades: Melbourne, Sídney, Nueva York, Londres, Berlín, Tokio, Hong Kong, Zurich y Seúl.


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