El Frente de Liberación Nacional mantiene el poder en Argelia tras unas elecciones con una baja participación


El partido gobernante en Argelia, el Frente de Liberación Nacional (FLN), se impuso en las elecciones legislativas celebradas el pasado sábado, en un contexto de gran abstención y de crisis política, anunció el martes la autoridad electoral. El resultado apenas altera la realidad política tras dos décadas bajo la presidencia de Abdelaziz Buteflika, que dimitió hace dos años. El cambio más sustancial es la pérdida de más de un tercio de sus representantes por parte del FLN que ha obtenido 105 de los 407 asientos en la Cámara baja. Tres días después de los comicios, las autoridades hicieron públicos unos datos provisionales en los que destaca la participación del 23%, informa la agencia oficial APS.

El FLN, en tiempos de partido único, seguirá dominando el panorama político argelino, algo que hace desde la independencia del país en 1962. Las listas que integran los independientes, aupados por vez primera al segundo lugar, ocuparán 78 asientos. Van seguidos de los islamistas del Movimiento Social por la Paz (MSP) con 64. En cuarto lugar aparece la Agrupación Nacional Democrática (RND, según sus siglas en francés), tradicional aliado del FLN bajo la presidencia de Buteflika.

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El presidente fue forzado a abandonar en abril de 2019 el poder por las manifestaciones que tomaron las calles desde febrero de ese año bajo el conocido como Hirak (“movimiento” en árabe). Las protestas, más calmadas durante los primeros meses de la pandemia, han seguido en este 2021. Los representantes del Hirak llamaron a boicotear las urnas y puede que hayan obtenido una victoria atendiendo a que menos de una cuarta parte de los 24 millones de electores han ejercido su derecho a voto. Si la participación fue del 35% en las legislativas de 2017, esta vez ha caído hasta el 23%.

En diciembre de 2019 Abdelmayid Tebún ganó los comicios presidenciales. Iba como candidato independiente, pero había ocupado diferentes cargos durante los mandatos de Buteflika. En este tiempo se ha votado, también con muy baja participación, una reforma constitucional y se ha aprobado una nueva ley electoral. Todo bajo un clima alejado de un posible giro brusco en el poder. Por eso, anunciados los resultados del nuevo Parlamento, Argelia sigue lejos de vivir la revolución que ese antisistema Hirak añora en la calle.


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