A medida que avanzan los años, el fútbol de clubes le va comiendo terreno al de selecciones. Queda como un reducto de un mes muy emocionante cada dos años, cuando llega la Eurocopa o el Mundial de turno, y poco más. El resto de compromisos es como si estorbasen a lo que de verdad importa. Donde se maneja el dinero.
El último ejemplo lo hemos vivido con los partidos de clasificación para la Eurocopa celebrados durante los recientes días. Se miran don desdén o se suceden las quejas porque tienen lugar con la temporada ya concluida. Y no. El fútbol de selecciones también es fútbol y merece la cuota de protagonismo que históricamente ha tenido.
Si ponen los partidos un 10 de junio hay protestas porque la campaña ha bajado la persiana y los jugadores ya están de vacaciones. Y si los ponen un miércoles de marzo, también molestan porque están en medio de las fases decisivas de las distintas ligas y de las competiciones europeas. No nos aclaramos.
Punto positivo para la creación de la Nations League. Un torneo que ha reducido el número de amistosos, estos sí que son aburridos y no aportan nada, y ha añadido un carácter competitivo para las selecciones con un potencial menor. Un importante aliciente para seguir creciendo.
Source link