“Las jugadoras que suben ahora serán mejores que nosotras”, aseguró Alexia Putellas al recibir el Balón de Oro. La mejor futbolista del mundo sabe bien que su legado está asegurado y los éxitos de este año de ensueño no hacen más que darle la razón. La conquista este domingo del Mundial Sub’17 ha situado al fútbol femenino español en la cima del mundo. El futuro está asegurado con nombres propios como Vicky López y Judit Pujols (Barça), Carla Camacho y Sofía Fuente (Real Madrid) o Cristina Librán (Madrid CFF) pisando fuerte.
España se ha confirmado como la gran dominadora mundial. En apenas seis meses se han conquistado cuatro medallas: campeonas del Mundo Sub’20, campeonas de Europa Sub’19, subcampeonas de Europa Sub’17 y el reciente Campeonato del Mundo Sub’17 logrado en la India tras vencer en la final a la Colombia de Linda Caicedo, una de las promesas llamadas a marcar una época que ya está en la órbita de los grandes clubs, entre ellos el Barça. España hizo historia como la única selección en revalidar este título y la segunda, junto a Corea del Norte, en hacerlo en dos categorías el mismo año.
Kenio Gonzalo
“Cualquiera que piense que esto es fácil se equivoca”, afirmaba el seleccionador Sub’17 Kenio Gonzalo. “Es algo increíble que nunca antes se ha hecho”. Ciertamente, el camino hasta llegar a la cima no ha sido casualidad sino el proceso de un trabajo constante y a veces espinoso, en que se han solventado diversos obstáculos.
La eclosión de una generación única
El oro obtenido en el Mundial de Uruguay en 2018 dio el impulso definitivo hacia esta época dorada. La Roja ganó entonces por 2-1 a México con doblete de Claudia Pina (Balón de Oro y Bota de Plata) y jugadoras como Salma Paralluelo, Jana Fernández y Cata Coll (Guante de Oro) que ya triunfan en la máxima categoría.
Ese mismo año 20018 se ganaron tres oros y se logró la plata en el Mundial Sub’20 con una joven Aitana Bonmatí y Patri Guijarro -máxima anotadora con la inglesa Georgia Stanway- como líderes.
Mirando atrás, el primer gran éxito se remonta al año 2004, en una Eurocopa Sub’19 en que la España de Vero Boquete, Ruth García y Natalia Pablos logró superar a la todopoderosa Alemania en la final. Un auténtico hito.
Desde entonces se han ido acumulando éxitos, sin prisa pero sin pausa, hasta acumular el gran palmarés actual: un Mundial y un subcampeonato del mundo en categoría Sub2’0; cuatro Europeos y cinco subcampeonatos de Europa en Sub’19; y dos Mundiales, un subcampeonato del mundo, cuatro Europeos y cinco subcampeonatos de Europa en Sub’17.
La cuestión es: ¿Cómo es posible alcanzar estos hitos? Sin duda, el trabajo de clubs como el Barça, que convirtió su sección femenina en profesional en 2015, al que siguieron la estela el Real Madrid, Athletic, Atlético o Levante ha derivado en unas canteras privilegiadas. También desde la RFEF se ha apostado firme por un fútbol femenino que no deja de crecer en licencias, expectación e interés de las marcas.
Solo es cuestión de tiempo que estos frutos lleguen hasta la Absoluta, que a día de hoy sigue huérfana de triunfos y que en el próximo Mundial de Australia y Nueva Zelanda de 2023 tiene puestas grandes esperanzas. Mientras tanto, el futuro está asegurado.