Arabia Saudí tiene un claro objetivo: abrirse al mundo, aumentar su visibilidad en todo el planeta y también el número de turistas que visitan el país. En su momento ya presentó su proyecto “Visión 2030” para una “reforma social y económica transformadora que abra Arabia Saudita al mundo”. Una apertura que tiene en el deporte una de sus mayores puertas.
El ejemplo claro fue su apuesta por el Dakar, con un contrato multimillonario de 10 años para albergar una de las carreras más icónicas y con mayor seguimiento del mundo, perfecta para mostrar sus espectaculares paisajes y su diversidad de terreno, a la vez que sus sitios más turísticos; en el primer Dakar saudí, en 2020, se insistió a la prensa para que visitara la famosa ‘Piedra del Elefante’, solo un ejemplo de su oferta turística. También han apostado por otros múltiples deportes: La Liga de Golf Saudí, la Fórmula 1 en Jeddah o la Fórmula E son solo algunos ejemplos. Les faltaba hacer crecer su fútbol.
Según fuentes consultadas por MD en Arabia Saudí, lo primero que debía hacer el país era crear y ejecutar un plan del crecimiento de su base futbolística. Después de la participación de la selección en los Mundiales desde 1994 a 2006 de forma consecutiva, Arabia no logró clasificarse para las ediciones de 2010 y 2014. Empezaron entonces a activar un proyecto de crecimiento para volver al Mundial. Lo lograron con creces con su clasificación en 2018 y 2022, además de dejar una gran imagen futbolística compartiendo grupo en Qatar con Argentina, a la que ganaron y que posteriormente se convertiría en campeona.
El Mundial 2030, objetivo
El siguiente gran objetivo es albergar el Mundial de 2030, con una candidatura conjunta junto a Egipto y Grecia. Las fuentes consultadas por MD creen que sería difícil que, después de que Qatar organizara el de 2022, le entregaran la celebración del mayor acontecimiento del planeta en solitario a Arabia Saudí solo 8 años después, por lo que la inclusión de Egipto y Grecia en la candidatura es una gran arma para lograr su meta. Sería el primer Mundial que se jugaría simultáneamente en tres continentes: África, Asia y Europa.
Para conseguirlo, tienen claro que necesitan ejecutar otro plan previo: el que aumente de forma exponencial el valor de su liga. Quieren que los ojos del mundo miren hacia los estadios sauditas. ¿Cómo? Fácil: con grandes nombres. “Estamos haciendo lo que ya hizo en su día Qatar hace 10 años con Guardiola, Xavi y otros jugadores”, apunta una fuente saudí a este diario.
El Estado ‘empuja’
Para ello, el Estado nutrirá de dinero a sus clubs más potentes para fichar a grandes estrellas. Sería exactamente como pasó con Cristian Ronaldo, primer crack en recalar en Arabia Saudí hace unos días, fichando por uno de sus clubs más grandes, el Al Nassr. Para ello, según esta información, el Estado saudí ayudó directamente con una aportación económica al Al Nassr a través de la única sponsorización que aparecía detrás de CR7 en su presentación: ‘Saudí, Welcome to Arabia’. Es decir, Turismo de Arabia Saudí.
El siguiente paso sería conseguir, mediante la misma fórmula, a Leo Messi para que se una al otro club de Riad, el Al-Hilal, el gran rival del Al-Nassr de Cristiano. El Estado quiere a Messi en dicho club para forjar una rivalidad y hacer que el mundo la mire pero, sobre todo, su principal meta es aumentar el nivel de una liga “considerada la más competitiva, de mayor nivel e igualada de los países árabes. Y la más seguida”.
Para traer a Messi, el dinero no sería un problema. En Arabia Saudí corre el rumor que el Al-Hilal estaría dispuesto a pagarle 300 millones de dólares anuales. Pero la cosa no acabaría aquí. El Cristiano-Messi solo sería la guinda del pastel. La Liga necesita más actores de peso. Por ello, según ha podido saber MD, al margen de los rumores que hay sobre un interés por Busquets por parte del Al Nassr, dicho club quiere realizar una oferta por otro gran nombre: Sergio Ramos. Además, se habla del interés de este club y su rival en Riad, el Al-Hilal, por Luka Modric.
MD pudo hablar también con el jefe de comunicación del Al-Nassr hace unos días en el campamento del Dakar en Riad. Solo permitía una pregunta sobre fútbol a Rudi García, entrenador del club, quien visitó el campamento. Se mostraba seguro de que no necesitaba más que esas preguntas para que el mundo conozca al Al-Nassr. “Ya es un club conocido en todo el mundo”. Eso creen, y ahora lo quieren apuntalar con la contratación de otras grandes estrellas.
El nuevo modelo
Arabia Saudí sabe que no podrá vivir siempre de su principal fuente de financiación, el petróleo. Desde 2020, la primera vez que se disputó el Dakar en este país, hasta este 2023, se ha notado un cambio. Y eso es lo que quieren generar también con la presencia de cracks de talla mundial como Cristiano o Messi.
En Arabia se recuerda lo mucho que ayudó al crecimiento de Dubai la llegada de Maradona como entrenador del Al Wasl de los Emiratos Árabes y después, en su función de embajador honorario de deportes de Dubái. Ahora quieren seguir ese modelo con los Cristiano, Messi, Ramos, Busquets, Modric y compañía. Van a por todas para aumentar su turismo, crecer y cambiar su modelo económico. Eso pasa por el fútbol y el Mundial. Eso pasa por las botas de CR7 y Messi.