Usman Garuba no está inquieto pese a la bomba sobre su futuro que le ha pillado a un día de partir con la selección española hacia el Mundial 2023 de la FIBA. El interior madrileño de 21 años está ahora mismo volando rumbo a Jakarta, Indonesia, con la directiva clara de intentar prolongar su trayectoria en la NBA.
Cuando el combinado nacional debute en el torneo el próximo sábado 26 a las 20:30h locales (15:30h en España) contra Costa de Marfil, es probable que el jugador se encuentre sin equipo después de haber visto rescindido su contrato con los Oklahoma City Thunder este lunes. Horas después de aterrizar en el continente asiático, Garuba será oficialmente agente libre y podrá negociar sin restricciones un nuevo contrato en la NBA, su prioridad.
Según ha podido saber Mundo Deportivo, ninguna franquicia está dispuesta a reclamar el jugador en el período de 48 horas de waivers, si bien existe el interés de varias. Eso significa que el interior cobrará los 2,5 millones de dólares que tenía apalabrados para la próxima campaña y estos contarán dentro de la masa salarial de los Thunder. El entorno del jugador asegura, sin embargo, que hay confianza en poder recalar en un nuevo destino en Estados Unidos.
Más de una franquicia ha mostrado interés de firmar a la Pantera de Azuqueca bajo un nuevo contrato, negociando nuevas condiciones que se añadirían como estipendio a la deuda contraída por OKC. En sus dos años con los Houston Rockets, el jugador ha percibido unos 4,8 millones de dólares y disputado 99 partidos en la NBA, con promedios de 2,8 puntos y 3,9 rebotes en 12,2 minutos de juego.
Aunque los planes iniciales de OKC incluían a Garuba, el jugador se tomó con filosofía la decisión fulminante. A pesar de su poca experiencia, el ala-pívot ha podido conocer de cerca los entresijos de una liga complicada que muchas veces tiende al negocio y deja en segundo plano la parte más humana del baloncesto y las relaciones dentro de los equipos.
Centrado ahora en su participación con España en la Copa del Mundo, Garuba sabe que la recta final de verano puede resultar clave para su futuro en la NBA. Es probable que el jugador sea invitado a campos de entrenamiento de pretemporada de algún equipo y allí se jugará el recibir una posible oferta de continuidad. De la misma manera, su papel en el Mundial puede resultar clave para convencer a alguna franquicia del valor y potencial que atesora su juego de corte defensivo y su portento físico.
La única reacción pública del jugador, antes de tomar el vuelo rumbo a Jakarta, fue un mensaje que colgó en X: “Voy a demostrarles a todos que se equivocan. Marquen mis palabras”.