Una nueva y dolorosa eliminación en un séptimo partido vuelve a poner el proyecto de los Philadelphia 76ers al borde del precipicio. Con la continuidad del entrenador Doc Rivers y varios miembros de la plantilla en duda, el primero en mostrarse abiertamente inseguro sobre su futuro fue James Harden. El base de 33 años, que ha mostrado su mejor y su peor cara en la eliminatoria contra los Boston Celtics, no vendió ningún discurso tras su enésima decepción en la lucha por el campeonato.
“No he pensado en ello”, contestó cuando le preguntaron sobre sus planes de verano. La Barba tiene una opción de jugador de 35,6 millones de dólares para la próxima campaña, pero si declina puede convertirse en agente libre y explorar sus opciones de mercado. “Solo quiero tener una oportunidad para competir”, añadió sobre sus expectativas concretas.
En las cuatro derrotas de Philadelphia en la eliminatoria, Harden falló como una escopeta de feria. Con series de 12 de 55 en tiros de campo y 3 de 24 en triples, su actuación dejó mucho que desear junto al resto de su equipo. En las tres victorias, todo lo contrario. Su 37 de 61 en tiros de campo resultaron decisivos, incluidos un partido de 45 puntos para abrir la ronda y otro de 42 en el cuarto asalto para mantener empatado el pulso contra Boston.
A lo largo de su primera temporada regular entera con los Sixers, Harden colaboró con Joel Embiid para convertir al pívot en máximo anotador de la liga y conseguir su primer MVP. Él finalizó el curso como el máximo asistente de la competición, con un grupo que empató el mejor balance de victorias (54) desde los tiempos de Allen Iverson en 2001.
Críptico sobre su futuro, Harden lo fue más con el de su entrenador Doc Rivers, que ha perdido un total de diez séptimos partidos a lo largo de su trayectoria y encadena cinco reveses consecutivos. ¿Cómo es vuestra relación? ¿Debería continuar? “Nuestra relación está OK”, se limitó a contestar.
Todo apunta a que James Harden va a meditar mucho su futuro, y su continuidad con los Sixers es toda una incógnita. Cabe recordar que el pasado verano firmó su actual contrato renunciando a parte de su sueldo para facilitar añadir más piezas y poder luchar por un campeonato que sigue siéndole esquivo.