El G7 ultima un pacto para gravar a las mayores compañías del mundo

Encuentro del G7 en Londres, a inicios de mayo.
Encuentro del G7 en Londres, a inicios de mayo.HOLLIE ADAMS / POOL / EFE

Las grandes economías del G7 ―Canadá, Estados Unidos, Japón, Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido― están cerca de alcanzar un acuerdo sobre la imposición fiscal de las multinacionales, según ha publicado el rotativo británico Financial Times. El diario avanza que podrían cerrar un acuerdo este viernes, para después llevarlo a las negociaciones formales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el G20 previstas para inicios de julio en Venecia. Todos los focos están puestos sobre esta cita, ya que se espera que finalmente se logre un consenso sobre la reforma de las reglas fiscales internacionales tras el fracaso del año pasado.

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La OCDE es la encargada de dirigir las negociaciones para modificar el marco fiscal internacional, diseñado hace ya un siglo, y asegurar que las grandes corporaciones paguen los impuestos que les corresponden. El organismo con sede en París se había marcado 2020 como fecha límite para poner de acuerdo a las más de 130 jurisdicciones que participan en las conversaciones, pero no logró su objetivo: la pandemia y la decisión del expresidente de EE UU Donald Trump de abandonar las conversaciones impidieron alcanzar un consenso. Ahora, con el proceso de vacunación ya encarrilado y, sobre todo, con un nuevo inquilino en la Casa Blanca, la OCDE confía en atar un acuerdo este año, antes político y luego técnico.

Tanto Joe Biden como su secretaria del Tesoro, Janet Yellen, se han mostrado claramente a favor de modificar el sistema para gravar a las multinacionales, en una clara ruptura con la Administración anterior: ya han propuesto fijar un tipo mínimo global del impuesto de sociedades y una fórmula para repartir de manera equitativa la recaudación procedente de las mayores corporaciones del mundo, que son dos de los pilares del acuerdo en los que la OCDE lleva años trabajando. De esta forma, se limitaría la capacidad de los grandes grupos de trasladar beneficios a territorios de baja tributación y eludir el pago de la factura fiscal que les corresponde en los Estados donde generan negocio.

Presión de EE UU

Financial Times asegura que la nueva Administración demócrata ha estado presionando para que el G7 alcanzara su propio consenso y así acelerara las conversaciones en la OCDE. La semana pasada, EE UU presentó al organismo su propuesta formal sobre un impuesto mínimo global para las multinacionales, aunque más descafeinada de la planteada inicialmente: pidió un tipo efectivo de al menos el 15%, en lugar del 21% avanzado previamente. Este porcentaje puede, sin embargo, generar más consenso: se acerca más al de países como Irlanda, que se ha convertido en una de las jurisdicciones favoritas por las multinacionales por sus tipos bajos (12,5%) y que forma parte del bloque de Estados más reacio a un acuerdo internacional.

Varios Gobiernos europeos han mostrado su apoyo ante este giro radical de EE UU en materia fiscal. Alemania e Italia han apoyado abiertamente la propuesta de establecer un impuesto mínimo global. Financial Times señala que Francia y el Reino Unido han dado más importancia al segundo pilar, el relativo a establecer dónde hay que pagar impuestos, y que los funcionarios internacionales describen al Reino Unido como un socio “difícil” en las negociaciones. Pero en Londres, los ministros y funcionarios insisten en que quieren asegurarse de que se prioricen ambos elementos del acuerdo, añade el diario de la City.

El G7 no tiene un papel formal en el proceso, pero el diario británico recuerda que representa un bloque poderoso con capacidad para impulsar las negociaciones en la OCDE. El grupo llevará a cabo una reunión virtual el viernes entre los ministros de Finanzas y otra presencial el 4 y 5 de junio en Londres, donde se pueden acordar los elementos centrales de un acuerdo. Una semana después, se reunirán los líderes del G7.


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