¿El gazpacho se puede congelar? Los mejores trucos para conservarlo

El gazpacho es uno de los platos más populares de la gastronomía española. Se trata de una sopa fría elaborada con hortalizas crudas, aceite de oliva, vinagre y agua. Aunque se puede consumir durante todo el año, lo más habitual es tomarlo en verano para combatir el calor. Lo mejor para disfrutar de todo su sabor, lo mejor es prepararlo en casa con ingredientes de buena calidad. Una vez listo, hay que conservar el gazpacho adecuadamente, y para ello se puede congelar o guardar en la nevera.

¿Cómo conservar el gazpacho?

El gazpacho casero aguanta en la nevera unos tres o cuatro días en perfecto estado. Una vez trituramos los ingredientes hacemos que éstos queden expuestos al contacto con el oxígeno, de forma que su oxidación y degradación se aceleran. Esto hace que sea mucho más sencillo que les afecten los microorganismos externos, el principal problema de la seguridad alimentaria durante los meses de verano.

Para conservarlo en las mejores condiciones, el gazpacho debemos elaborarlos con ingredientes fríos, de buena calidad y que se encuentren en buen estado. Nunca debemos utilizar las hortalizas que están un poco pasadas para preparar el gazpacho. Si no vamos a tomarlo todo, lo ideal es dividirlo en varias raciones, y guardar cada una en un recipiente hermético en el que apenas haya espacio para el aire.

El proceso para congelar y descongelar el gazpacho es el siguiente:

  1. Trituramos al máximo los ingredientes en la primera elaboración, sin añadir agua, El agua cristalizará más en la congelación, así que lo evitamos en este primer paso.
  2. Colamos la sopa fría para retirar las impurezas, así como los restos de semillas y pieles.
  3. El siguiente paso consiste en emulsionar. Para ello, debemos añadir poco a poco el aceite de oliva y mezclamos bien hasta obtener un gazpacho homogéneo y bien ligado.
  4. Una vez listo, congelamos rápidamente en recipientes horizontales con cierre hermético.
  5. Cuando vayamos a descongelar el gazpacho, lo pasamos del congelador a la parte menos fría de la nevera.
  6. Una vez descongelado por completo, volvemos a triturar. Podemos añadir una pequeña cantidad de ingredientes extra, como aceite de oliva y tomate. También añadimos un poco de agua.

Por último, es importante recordar que hay algunas verduras que cuando se congelan empeora mucho su textura. Es el caso del apio, el pepino y la patata. Si vamos a añadirlos al gazpacho, lo mejor es hacerlo después de descongelarlo.

En definitiva, el gazpacho sí se puede congelar, y el proceso para hacerlo es muy simple.


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