El seleccionador de Irak, el madrileño Jesús Casas, donó la recompensa que se le otorgó por ganar la Copa del Golfo, valorada en 8.000 dólares (7.300 euros) y un coche, a las familias de las víctimas de una estampida que tuvo lugar el jueves cerca del estadio donde horas después se disputó la final y a las de un accidente de autobús, tres días antes. en el que murieron siete aficionados iraquís.
Según la agencia de noticias iraquí NINA, gestionada por el Sindicato de Periodistas del país árabe, Casas “donó la recompensa económica otorgada por la Asociación de Fútbol Iraquí tras conseguir el trofeo de la Copa del Golfo” en una intensa final entre Irak y Omán que se resolvió en el minuto 122 de la prórroga (3-2).
La recompensa consistía en “la cantidad de 8.000 dólares y un auto moderno”, según NINA, que indicó que Casas decidió dar ese premio a las familias de las víctimas en dos incidentes ocurridos poco antes de la final del torneo, que se disputó en la ciudad sureña iraquí de Basora.
Dos tragedias
El pasado 16 de enero, siete personas murieron y otras treinta resultaron heridas en un accidente de tráfico en el sur de Irak, cuando iban a asistir al partido entre su selección y Qatar en las semifinales de la Copa del Golfo. En la estampida previa a la final perdió la vida una persona.
La conquista de la Copa del Golfo, la cuarta en la vitrina de Irak, supone el primer gran éxito del madrileño Jesús Casas, que dejó el cuerpo técnico de la selección española de Luis Enrique hace apenas un año y se incorporó a la iraquí en noviembre pasado.