El filial del Girona parece no arrancar del todo en esta nueva temporada. El tropezón más reciente sucedió este fin de semana frente al colista, el Badalona, con una dolorosa derrota en casa por 0-3.
Los de Axel Vizuete cuajaron un partido sin determinación. A pesar de tener el balón durante buena parte del partido, los visitantes fueron capaces de hacer daño cada vez que llegaron al área de Iker Piedra, cancerbero gerundense.
Y es que el balance global, junto a la posición en la tabla, hacen que el filial catalán no acabe de encontrar la tecla de un equipo muy renovado respecto al año pasado. Los de Axel han perdido a jugadores como Sulei, Pau Víctor, Àlex Sala, Jona Morilla, Adrià Gené o Unai. Eso se suma a las ausencias de Artero, Ureña y Joel Roca, quienes acompañan al primer equipo en numerosas convocatorias. En el último encuentro, pero, estuvieron los tres disponibles y salieron desde el once.
El equipo tan solo lleva un gol fuera de casa en los seis partidos que ha jugado lejos de Riudarenes. Son décimos en la tabla con 14 puntos en 12 jornadas, algo inusual por la dinámica que tuvieron durante las dos últimas campañas, cayendo en el play-off de ascenso a Segunda Federación y dejando muy buena imagen.
El club no ha impuesto ningún objetivo a técnico catalán, aunque por entidad y exigencia, todos entienden que el filial ‘gironí’ debe estar peleando por los puestos, mínimamente, de play-off. Los de Axel Vizuete son extremadamente jóvenes y es una apuesta particular de la Acadèmia, aunque son conscientes de que, con el primer equipo en Primera División, el segundo debe permanecer en categorías superiores a corto-medio plazo.
El propio Axel, al final del último encuentro reconoció ser “poco contundentes” y se escudó añadiendo que es una plantilla nueva con muchos jugadores de fuera y todo eso “conlleva un trabajo”.