El Bàsquet Girona recibe este sábado al Monbus Obradoiro (20.45 horas) en el último partido antes del parón por la Copa del Rey y el consiguiente circuito de partidos internacionales por las ventanas FIBA. El conjunto de Aíto García Reneses llega a Fontajau tras encajar dos derrotas consecutivas (Barça y Río Breogán). Los de Moncho Fernández, que ocupan la novena posición en la tabla clasificatoria, ganaron en casa al Surne Bilbao y tienen la mirada fija en los puestos de playoff.
El partido, además, contará con sendas bajas por ambas partes. Los gallegos no podrán ver la participación de David Walker, Marcus Paige y Dragan Bender, que siguen lesionados. Álex Suárez se ha perdido los dos primeros entrenamientos de la semana por molestias en la espalda y será duda. En el conjunto catalán, Marc Gasol y Pierre Oriola probablemente no podrán disputar minutos. El mediano de los Gasol no ha entrenado y sigue recuperándose de unas molestias en el pie, mientras que Oriola hace lo propio por una lesión en la espalda.
Pese a las numerosas lesiones, el conjunto gallego cuenta con un tridente ofensivo que ha despuntado en los últimos encuentros. Empezando por el escolta Kassius Robertson (16 puntos y 2,7 asistencias por partido), siguiendo por Thomas Scrubb (11,4 puntos por partido), y contando con el buen momento de forma del joven lituano de 21 años Marek Blazevic, que pese a no mostrar mucha regularidad, en el último partido firmó 19 puntos.
El técnico del conjunto gerundense ha analizado la derrota de la semana pasada y ha alertado que no puede haber momentos de desconexión: “La derrota nos afectó. Sabiendo que Breogán en el tercer cuarto estuvo muy acertado y que eso era difícil de frenar porque tenían mucho acierto exterior, no podemos bajar el ritmo. Hemos seguido entrenando bien y seguimos pensando en jugar un poco mejor cada día”.
El Bàsquet Girona, que sigue con un colchón de victorias (7) que le alejan de la parte baja de la clasificación, tiene una nueva oportunidad para asentarse en la zona media justo antes del parón de la Copa del Rey. Aunque García Reneses rehúye mirar hacia los puestos de playoff: “Excepto cuando sea irremediable, siempre es posible ir para abajo o ir para arriba. Por eso creo que es mejor centrarse en el trabajo diario. Si es así, siempre vamos a tener más probabilidades de mirar hacia arriba”, ha valorado el entrenador.
Respecto al parón por la Copa y las ventanas FIBA, el técnico ha criticado la complejidad de combinar tantas competiciones. “El parón va mal, siempre. Una cosa que ha ido bien es lo de la Copa, que es una tradición y un producto estrella de la ACB. Pero las ventanas FIBA… Lo ideal sería no mezclar competiciones. Cuando se juega ACB, pues ACB. Pero no es necesario estar con 18 millones de fases para luego traer a 34 equipos para los campeonatos del mundo, de Europa o olímpicos. Si resulta que la ACB tiene que tener siete meses, pues siete meses. Y entonces quedan cinco meses más, pues vamos a repartirlo. Pero lo que es peor es ir interrumpiendo campeonatos porque añades, tanto para equipos como selecciones, una organización muy mala que es muy difícil de cambiar porque cada uno mira por su interés. La FIBA quiere más tiempo para ellos, la ACB también… Está muy bien, pero que hablen entre ellos”, ha reflexionado el técnico.
Por su parte, el alero gerundense Eric Vila ha subrayado que los jugadores son conscientes de la oportunidad que se presenta en Fontajau este fin de semana. “El equipo está con buenas sensaciones, es cierto que en el último partido no mantuvimos la energía durante todo el partido, pero ganar a un rival más o menos directo nos puede permitir mirar más hacia arriba. Obradoiro no nos va a poner las cosas fáciles, pero no podemos tirar los partidos por estar en un momento cómodo. Y tampoco podemos permitir que ganar colchón nos relaje, porque la temporada es muy larga y luego nos puede pasar factura”, ha concluido.