El Girona asaltó este sábado el feudo del Castellón y venció por la mínima (0-1) gracias a un tanto de Franquesa justo antes del descanso. Los de Francisco, que aún siguen lejos de su mejor versión, tiraron de oficio y sacrificio y aprovecharon la ocasión más clara que tuvieron para volver a ganar fuera de casa.
Sin Stuani de inicio, pero recuperando la esencia de Pablo Machín con el 3-5-2, el Girona se presentó en Castellón con el claro objetivo de olvidar el desastre de Lugo y conseguir tres puntos que volviesen a generar ilusión alrededor del equipo. El inicio no dio para esto, ni mucho menos. Los primeros compases del encuentro fueron idénticos a lo vivido en el Anxo Carro hace unos días. Un equipo incapaz de conectar con los puntas, de hacer daño por fuera ni tampoco de aprovechar las acciones a balón parado. Por suerte para los de Francisco, el Castellón tampoco tenía el día y sus intentos de hacer daño por fuera eran cortados por la línea de tres centrales gerundense más Juan Carlos.
Sin haberlo merecido, al Girona le llegó el premio antes del descanso, en un momento clave del encuentro y en el que por una vez fueron los catalanes quienes golpearon antes a su rival. Como ya sucedió en Leganés una presión alta en campo contrario permitió a Cristóforo recuperar y ceder el esférico a Mamadou, que escorado en la banda puso un centro raso y preciso al segundo palo, donde apareció Franquesa para superar por debajo a Wally.
En la segunda, la tónica fue parecida. El Castellón era quien dominaba durante la mayor parte del tiempo el balón, pero sin conseguir superar la sólida defensa visitante. A falta de media hora para el final Francisco dio entrada a Ibrahima y a Stuani. Pocos minutos después fue el centrocampista quien asistió a Franquesa para el segundo, pero el catalán no llegó por poco.
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