El Girona tuvo poca suerte y mostró mucho orgullo

El Girona tuvo poca suerte y mostró mucho orgullo

Sol, calor y humedad. Por encima de eso, ilusión, sacrificio y orgullo. Así podría resumirse perfectamente el papel del Girona en el Benito Villamarín. Los catalanes querían sacar sus primeros tres puntos del feudo rojiblanco por primera vez en la categoría de oro, pero la poca suerte mermó el principal objetivo.

No fue porque no se adelantaran pronto los visitantes. Arnau volvió a ser titular y volvió a dar una exhibición. Tanto es así que la recompensa llegó a los siete minutos de encuentro tras un pase de Miguel, otro de los que estuvo haciendo diabluras durante todo el encuentro. Luis de la Fuente no se equivoca convocando a un jugador que sigue dando pasos de gigante a las órdenes de Míchel.

La alegría, pero, duró poco. Rodri se metió en el área con un forcejeo con Bernardo. Caída y penalti. ¿Penalti? Más que dudoso, pero penalti. Y mientras tanto, en una de esas… “Parece que vas de verde”, soltó Míchel al colegiado.

Luis Enrique tampoco se equivoca con Borja Iglesias. El panda transformó desde los once metros y no tuvo piedad en el error clamoroso de Samu Saiz al minuto de saltar al campo. Todo se puso cuesta arriba sin prácticamente tiempo de reacción.

El Girona fue mejor que el Betis y gozó de numerosas ocasiones. Taty, Reinier, Riquelme, tuvieron en sus botas buenas acciones que acabaron en nada. El ritmo de juego fue bueno, los carrileros aparecieron como balas y los acercamientos empezaban a ser una constante.

Era el día para demostrar si el equipo está para competir con los grandes y, los gerundenses, demostraron estar a la altura del mejor Betis de la historia, en lo que va de temporada. Jugaron de tú a tú y para nada merecieron la derrota.

El dolor se notó en los jugadores al final del encuentro. Las caras impotentes fueron protagonistas hasta llegar al túnel de vestuarios, tras ver que se fueron de manos vacías inexplicablemente. Pero tal y como dijo Míchel en rueda de prensa… “este es el equipo que queremos”.

Y así es. La cara del equipo representó a la perfección lo que quiere la afición, que le acompañó, desde cerca o desde la distancia, orgullosos del trabajo de los suyos.




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