El Bàsquet Girona viajará a Sevilla para buscar su primera victoria de la temporada en la quinta jornada de liga. El conjunto catalán se enfrentará el domingo al Real Betis (12.30 horas), que llega al partido con un balance de una victoria (Baxi Manresa) y tres derrotas (Valencia Basket, Surne Bilbao Basket y Carplus Fuenlabrada). “El Betis es un rival duro. La temporada pasada jugaron a un nivel impresionante y lógicamente es un equipo temible”, ha apuntado el técnico del conjunto catalán, Aíto García Reneses.
El Girona, que todavía no ha igualado el nivel mostrado el día del debut ante el Real Madrid, llega con la moral tocada tras la derrota en casa ante Unicaja y, a priori, seguirán sin poder contar con el recién fichado Pierre Oriola. El técnico ha reconocido que el pívot de Tàrrega está en proceso de recuperación: “Pierre, después de estar tanto tiempo parado primero tendrá que entrenar. De momento está empezando, lo llamamos entrenar por decir alguna cosa, pero no está haciendo ni el 10% entonces tendrá que pasar al 20, 30, 40 o 50”. El pívot Jaume Sorolla, que volvió a los entrenamientos la semana pasada, podría disputar algunos minutos.
Para el entrenador del conjunto gerundense, una de las claves del partido consistirá en impedir el juego de la referencia en ataque de los béticos, Shannon Evans, que hasta ahora lleva una media de 20,7 puntos por partido. “Vamos a intentar hacer nuestra defensa muy activa con él”, ha subrayado Aíto.
Siguiendo su línea de prudencia, el técnico del conjunto catalán ha subrayado que el equipo “ha entrenado bien” a lo largo de la semana: “Es una cuestión de concentración y espero que tal y como estamos entrenando seamos capaces de jugar. Creo que lo más importante es centrarnos en cada momento en lo que hacemos. Lo demás es ciencia ficción”, ha concluido.
Los catalanes internarán salir de la última posición de la tabla y sus opciones de conseguirlo pasan sin duda por conseguir una victoria fuera de casa, ya que el calendario no para y tras visitar Sevilla, el Girona recibirá al UCAM Murcia antes de viajar a la capital catalana para enfrentarse al temible Barça de Jasikevicius.