El Gobierno considera que hay condiciones para un rescate inminente de los mineros

El Gobierno considera que hay condiciones para un rescate inminente de los mineros

El rescate parece inminente, o al menos un intento eficaz de rescate, algo que el agua que anega los túneles ha impedido hasta ahora. El Gobierno ha informado de que los equipos de salvamento entrarán este viernes al pozo de carbón en Sabinas, Coahuila, en el que 10 mineros permanecen sepultados desde el miércoles 3 de agosto, cuando una inundación ocasionó un derrumbe en las galerías. “Estamos en un 97% de extracción de agua, ya tenemos todas las condiciones para bajar el día de hoy (…) Podemos ingresar ya a los tres pozos y se tienen preparados los recursos necesarios para iniciar las acciones de búsqueda y rescate”, ha indicado la coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez, esta mañana en la conferencia del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.

Se cumplen más de 200 horas sin rastro de los mineros. Diez días bajo tierra, sin comida, agua potable ni luz. Con riesgo de fugas de gas y apenas la luz de sus linternas. La única esperanza de que los obreros sigan con vida es que hayan encontrado una burbuja de aire, pero ha pasado demasiado tiempo y un rescate con vida parece más un milagro de la estadística que una opción real. Aun así, las familias de las víctimas se aferran a esa posibilidad como a un clavo ardiendo. Recuerdan historias de jornaleros que pudieron salvarse tras haber permanecido atrapados durante más de una semana en condiciones casi idénticas. Este jueves, un grupo de familiares salieron en procesión al atardecer, portaron velas y rezaron por los mineros.

Los tres pozos en los que trabajaban los mineros se encuentran a tan solo unos metros de distancia de la mina de las Conchas, abandonada hace casi 40 años y repleta de agua por su cercanía con el río Sabinas. El líquido se abrió camino e inundó las galerías en las que faenaban los obreros. Cinco pudieron salvarse, 10 hombres quedaron abajo. Drenar el agua, una tarea titánica que ha requerido de una veintena de bombas especializadas, ha sido durante la última semana la preocupación de los rescatistas. Una lucha contra los elementos que este viernes había conseguido disminuir la altura de la inundación hasta los 72 centímetros en uno de los pozos, 2,6 metros en otro y 4,2 metros en el último.

El jueves, los buzos del Ejército descendieron al pozo cuatro para retirar troncos y palos que obstruían la entrada a las galerías. También fue colocada una bomba especial para sustraer no solo agua, sino también lodo y tierra. Los internamientos de los equipos de rescate se han sucedido en los últimos días, aunque solo han podido extraer maderas y palos, mientras la impotencia de los familiares alcanza niveles más graves cada día. En el campamento se teme un estallido si los mineros no aparecen pronto.

Un grupo de familiares y amigos de los mineros atrapados caminan con veladoras al punto de acceso de la mina, este jueves.ANTONIO OJEDAUn imputado por la Fiscalía

La Fiscalía General de la República ha imputado a Cristian Solís Arriaga, el encargado de los pozos, por ”su responsabilidad en todos los actos de dirección y administración en la explotación ilícita del subsuelo que es un bien de la nación”. Sin embargo, todas las fuentes consultadas en Sabinas señalan que Solís Arriaga es un mero testaferro, un cabeza de turco colocado por los auténticos dueños para que cargue con las culpas. El propio López Obrador ha sostenido en la mañanera que “es probable que a él lo hayan utilizado (…). Una vez que sucedió el accidente fueron a inscribir a los trabajadores al Seguro Social, seguramente, si es cierto, es un plan con maña para castigar al que aparece inscribiendo a los trabajadores al seguro y no a los concesionarios”.

Según el presidente, la explotación de la mina fue una concesión que se dio en 2003, durante la Administración de Vicente Fox, y vence en 2053. La empresa titular de la explotación es la Minera Río Sabinas SA de CV, que fue vendida en noviembre de 2012 a la Compañía Minera El Pinabete. Todos los testimonios consultados indican que uno de los dueños es Régulo Zapata Jaime, exalcalde del municipio de Sabinas. Él lo desmintió en un video en redes sociales, donde aseguró que solo trabajaba como asesor para la compañía.

Cristina Auerbach, una de las mayores expertas en minería de la región y activista en defensa de los derechos de los mineros, explicó en entrevista con : “La concesión está a nombre de Pinabete y hay una empresa con el mismo nombre que tiene un contrato. Los dueños de Pinabete son los socios de Régulo Zapata, que fue alcalde de Sabinas. Al que están poniendo como dueño [Solís Agarra], que dicen que es el responsable, es un muchacho de 27 o 28 años, obviamente no es el dueño de la mina”.

López Obrador también ha apuntado que “en toda esa región ha habido mucha corrupción y con mucha influencia política, gobernadores caciques, empresarios corruptos vinculados a políticos. En el caso de esta mina no están sindicalizados porque no permiten que el trabajador se proteja con un sindicato. Hemos pedido a la Fiscalía que actúe con rigor, que no haya impunidad, pero lo que más nos importa es el rescate”. Auerbach coincide en este punto con el mandatario: “Esto empezó cuando [el expresidente mexicano, Carlos] Salinas de Gortari privatizó la minería. La mayoría de las minas eran del Estado, y cuando el Estado las privatizó, todos los minados viejos se le dan a los caciques locales. Son un pequeño grupo de familias que se quedaron con todo: a la vez son empresarios de carbón, ganaderos y alcaldes”.

De momento, los culpables siguen sin aparecer, mientras en la mina toda una comunidad rota espera que por fin, este viernes, después de diez días, los mineros empiecen a salir. Vivos o muertos.

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