WASHINGTON- El gobierno de Biden puso fin este martes formalmente a una política de inmigración de la era Trump que obligaba a los solicitantes de asilo a esperar en México para las audiencias en un tribunal de inmigración de Estados Unidos.
Un memorando de siete páginas del secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, marcó el final de los “Protocolos de protección al migrante” (MPP), que devolvieron a unos 70,000 solicitantes de asilo a México desde enero de 2019 hasta que se detuvo el primer día en el cargo del presidente Joe Biden dos años después.
La crisis en la frontera ha sido un reto para la administración de Biden, te presentamos un análisis de cómo ha sido el trabajo en torno a los solicitantes de asilo bajo MPP y de quienes cruzan sin documentos.
Mayorkas dijo que mantener la política intacta o modificarla “no sería consistente con la visión y los valores de esta Administración y sería un mal uso de los recursos del Departamento”. Dijo que los costos superarían con creces cualquier beneficio.
La política coincidió con una fuerte disminución de solicitantes de asilo en la frontera, pero los críticos señalaron que las personas se vieron obstaculizadas por las condiciones violentas en México, la falta de acceso a abogados y la dificultad para llegar a los tribunales.
Activistas aseguran que deben contar con el apoyo necesario una vez que ingresaron a Estados Unidos.
Mayorkas reconoció esas preocupaciones al señalar la alta tasa de denuncias denegadas por no comparecer ante el tribunal y la falta de vivienda, ingresos y seguridad en México.
El secretario señaló un nuevo expediente en la corte de inmigración anunciado el viernes que tiene como objetivo decidir los casos de asilo en la frontera dentro de 300 días. Prometió “cambios regulatorios y de políticas adicionales anticipados”, sin dar más detalles.
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