La F1 debe tomar una decisión muy complicada ante la catástrofe que azota la región italiana de la Emilia Romagna, en la que miles de personas han tenido que ser evacuadas por el desbordamiento de varios ríos debido a las lluvias caídas los últimos días, y en la que ciudades como Faenza, Cesena o Riccione han quedado completamente anegadas. El Gobierno Italiano lo tiene claro. Ante tal situación, Matteo Salvini, Viceprimer Ministro y Ministro de Infraestructura, apuntó que lo mejor en este caso, en el que todos los efectivos tienen que estar centrados en evacuar a las personas y en ayudar a todos los afectados por esta catástrofe natural, sería “el aplazamiento del Gran Premio de Imola”.
“El aplazamiento del Gran Premio de Imola, previsto para el fin de semana, es adecuado ante la emergencia por mal tiempo que azota a Emilia Romaña”, apuntaron fuentes de su ministerio a la agencia de noticias Ansa. “También a la luz de los contactos directos entre el ministro, las instituciones y asociaciones implicadas”, añade.
“Dediquémonos a los rescates”, agregó. “En esta fase hay que concentrar todos los esfuerzos para hacer frente a la emergencia, evitando también sobrecargas de tráfico en una zona muy afectada”, apunta Salvini según explican estas fuentes, mostrándose a favor no de una cancelación y sí de un aplazamiento para otra fecha.
“La esperanza (en caso de que se haga oficial el aplazamiento) es que el GP pueda recuperarse en una etapa posterior. Los fans de la Fórmula 1 entenderán y compartirán esta elección”, expresó. Sin embargo, el ajetreado calendario de la F1, con hasta 23 carreras en todo el año, puede hacer difícil que e encuentre una nueva ubicación para este evento. Ahora, todo está en manos de la F1.